Condenado a tres meses de prisión por matar de una patada a un cachorro

La perra Chula, un cachorro de raza American Stanffordshire, entró en la casa del condenado e hizo sus necesidades. Era el 5 de junio de 2008. Al hombre no debió de gustarle aquella intromisión y le propinó una patada “de gran intensidad” que acabó costando la vida al animal, que aún no había cumplido siete meses. Aquel acto fortuito le ha costado al hombre una condena de tres meses de prisión, donde no ingresará por no tener antecedentes penales.

Se trata de un castigo judicial poco habitual, según señalan desde la protectora de animales El Refugio, que se presentó como acusación particular en el caso. “No conozco ningún caso previo de condena en el que se aplicara el Código Penal antiguo, desde que lo modificaron se ha dado alguna”, indica el presidente de la protectora, Nacho Paunero. “De haber sido juzgado por el vigente código, la pena habría sido aún mayor”, añade.

El relato de lo ocurrido está incluido en la sentencia condenatoria del juzgado de lo Penal número 9, fechada el pasado 12 de junio. El hombre le causó “graves lesiones internas” en el hígado a la perra, “múltiples hemorragias intraparenquimatosas con rotura de cápsula hepática”. El cachorro acabó muriendo en la mesa de operaciones de una clínica veterinaria situada en la calle de Delicias “a consecuencia de la patada recibida”. La condena al agresor, contra la que no cabe recurso tras la emisión de una sentencia firme, establece que el hombre cometió un delito de maltrato a animal doméstico. Además de los tres meses de prisión, ha sido inhabilitado para ser elegido en un proceso electoral y condenado a una inhabilitación especial para que ejerza cualquier oficio que tenga relación con el cuidado, custodia o compra y venta de animales durante un periodo de dos años.

La protectora El Refugio conoció el caso también de forma inusual, indica Paunero. Les avisaron las dos veterinarias que atendieron al cachorro y que intentaron sin éxito salvarle la vida. “No es normal que nos lleguen estas denuncias porque existe un protocolo para el maltrato humano, pero no hay nada similar en el caso del maltrato animal”, añade. La asociación presentó una denuncia ante la Guardia Civil, se practicó una necropsia al cachorro y comenzó un proceso que ha durado cinco años.

El resultado satisface en parte a los miembros de la protectora. “Se trata, sin lugar a dudas, de un cambio muy positivo en la contemplación de nuestros jueces ante este tipo de delitos”, señalan en un comunicado. “Es un día agridulce porque Chula no está con nosotros”, concluye Paunero, “pero esta condena nos sirve para animar a todos los ciudadanos a que denuncien este tipo de prácticas”.