5.000 personas secundan a Caballero en su cruzada para defender Peinador
El alcalde expone una larga lista de agravios y carga contra Feijóo y Almunia
El Sireno de Francisco Leiro, todavía engalanado con una gran camiseta del Celta, presidió la concentración en la que unos 5.000 vigueses secundaron ayer la llamada de su alcalde, el socialista Abel Caballero, en defensa del aeropuerto de Peinador. La Porta do Sol se quedó pequeña: en las primeras filas no cabía un alma, y los grupos, abigarrados, se extendían desde Elduayen a Policarpo Sanz, los dos extremos del kilómetro cero de la ciudad, aunque la convocatoria no resistió la comparación con su antecedente directo, la manifestación de febrero de 2010 en la que 20.000 ciudadanos salieron a la calle contra la fusión de las cajas de ahorro.
Caballero apareció en el escenario con un discurso incendiario contra la Xunta y contra los partidos de la oposición municipal en medio de un ambiente festivo, coronado con el himno gallego. “Non nos entenden, non”, gritó el regidor, delante de una gran pancarta con la firma de la Alcaldía y con el lema “En defensa del aeropuerto, en defensa de Vigo”. Su discurso, interrumpido por gritos de “Vigo, sí” o “Manos arriba, esto es un atraco”, partió de la denuncia de los ataques a Peinador para extenderse en una reivindicación de viguismo sin precedentes en la política local, al menos hasta la llegada de Caballero a la alcaldía. El regidor defendió la competencia de los tres aeropuertos gallegos “en pie de igualdad”, frente a la proliferación de ayudas públicas a los de Santiago y A Coruña, negadas al alcalde vigués, que gobierna en minoría, por el rechazo de nacionalistas y PP.
De ambos se acordó Caballero, aunque las mayores críticas se las llevó Feijóo por mantener las ayudas a Ryanair en Lavacolla, a pesar de haber anunciado que se las iba a replantear, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, por defender que esas subvenciones son necesarias para evitar la desaparición del aeropuerto de Santiago.
Pero gran parte del discurso se amplió a otros supuestos agravios contra la ciudad, para salpicar incluso al comisario de Competencia y vicepresidente de la Comisión Europea, el socialista Joaquín Almunia, al que acusó de preparar, con el apoyo de Feijóo y de Mariano Rajoy, “un golpe de mano contra el sector naval de Vigo”, en referencia a la previsible devolución de las ayudas fiscales a los astilleros. De ahí saltó a la “felonía” de la fusión de las cajas y a la auditoría que supuestamente avaló aquella operación, que, según publicó ayer Faro de Vigo, proponía que fuera Caixanova, con sede en Vigo, la que absorbiera a Caixa Galicia. Caballero apeló a la reforma de la ley de planta judicial que podría suponer la desaparición del partido judicial de Vigo; al AVE, que, según afirmó, deja a la ciudad sin conexión con Madrid en los nuevos planos del Ministerio de Fomento; a las inversiones en la Cidade da Cultura, “que se le negaron al Auditorio”, y al puerto exterior de A Coruña, que contrastó con el rechazo a declarar como nodal el puerto vigués. Tampoco se olvidó del Área Metropolitana, “que pretendían gobernar desde fuera de la ciudad”.
La situación de Peinador la ilustró el alcalde con una decisión de Air Europa que precipitó la movilización: la de trasladar sus reactores de la conexión con Madrid a A Coruña, donde recibe una subvención municipal, y sustituirlos por aviones de hélice mucho más lentos y con unas tarifas que rondan los 300 euros. “Defender Peinador es defender Vigo y defender su economía”, proclamó Caballero, que subrayó la importancia que el aeropuerto tiene para sectores como el naval, el turismo, la pesca o la automoción. Y esa relevancia, añadió, trasciende la propia ciudad, porque, afirmó, “si Vigo tira, Galicia avanza”. “Vigo quiere su sitio, queremos lo que es nuestro”, añadió.
Entre los asistentes proliferaron pancartas con lemas como “No os hagáis el avión con Vigo”, “Vigo, expoliada y marginada” o “Solo les falta llevarse la ría a Santiago”, en alusión a la utilización de las islas Cíes como reclamo del vuelo de Ryanair a la capital gallega. A la concentración, precedida de espectáculos de música y baile tradicional, asistieron el secretario comarcal de UGT, Antonio Juste, y el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, quien denunció: “No se puede castigar a una ciudad por su color político”.
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