Dirigentes de Unió plantean que Duran deje la dirección de CiU

La tensión entre Unió y Convergència crece a pasos agigantados desde que el líder de la federación y presidente de la Generalitat, Artur Mas, emprendió el proceso soberanista. Los desmarques de Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, son constantes. Y la semana pasada colmó la paciencia de CDC al proponer aplazar la consulta. Convergència respondió con una contundencia inusitada, exigiendo lealtad a Duran, y Unió no se conformó con una sola respuesta: varios dirigentes pidieron ayer en Twitter que el democristiano deje la secretaria general de CiU tras las críticas del socio mayor de la federación.

Los democristianos ya habían avisado el domingo que no tolerarían “amenazas” a Duran, en palabras del secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí. Y tres dirigentes pidieron ir más allá en mensajes simultáneos en Twitter: la diputada en el Congreso Montse Surroca, la senadora Eva Parera y el secretario de organización del partido y diputado Benet Maimí. Los tres planteaban la misma salida a la crisis: que Duran abandone la dirección de CiU.

“Con Josep Sánchez-Llibre \[otro destacado dirigente de Unió\] creemos que, ante las críticas de CDC, Duran debería plantearse seriamente el papel como secretario general de CiU”, tuiteó Surroca, que lamentó que el líder democristiano sea “el chivo expiatorio” de Convergència. “¡Esto no es de recibo!”, apostilló. Parera y Maimí insistieron: “Debería decir basta y dejar la secretaría general de CiU”, apuntó la senadora; “más vale que Duran deje la secretaría general de CiU y se dedique al cien por cien a UDC”, añadió el diputado.

Tras los mensajes, el resto de la dirección de Unió pidió calma. Lo hizo en público Antoni Font, el vicesecretario general de la formación, que emplazó a sus compañeros a debatir la crisis en la próxima ejecutiva del partido, el uno de julio. El aviso de Font surtió efecto y los dirigentes borraron sus tuits. El mensaje, sin embargo, ya estaba expandido.

Fuentes de la dirección de Unió admitieron que la situación con Convergència es muy tensa, pero censuraron la acción de los tres dirigentes al entender que la discusión no debe ser pública.

Desde CDC prefieren quitarle importancia al episodio y achacarlo a un “pronto” de los diputados. Fuentes de la dirección nacionalista aseguraron que la importancia de Duran no se cuestiona y que tampoco se duda de su compromiso con la consulta.