El hermano Manolo niega los delitos de abusos y malos tratos que se le imputan
El fraile de la cruz blanca dice que las acusaciones forman parte de un plan contra él urdido por antiguos trabajadores
El juicio contra el fraile franciscano de la Cruz Blanca Manuel Ortiz, conocido popularmente como el hermano Manolo, comenzó este lunes a puerta cerrada. Ortiz, acusado de abusos sexuales y malos tratos a usuarios de la residencia de día para discapacitados psíquicos que dirigía, ha negado todos los hechos que se le atribuyen. Los otros dos acusados, otro religioso y un seglar, también han negado los delitos de abusos sexuales que se les imputan.
“Los tres acusados han negado todos los hechos. Han negado una por una las muchas acusaciones de distintos lances que se han hecho", ha afirmado Emilio Zegrí, abogado del hermano Manolo. El principal acusado ha respondido a todas las preguntas, sin acogerse a su derecho de no declarar. El interrogatorio se ha producido siguiendo el escrito de acusación del fiscal y cada episodio que imputaban era negado por los acusados, continúa Zegrí.
La defensa del hermano Manolo solicitó que se permitiera hacer el juicio de forma pública, “porque entendemos que es útil que se vea cómo se hace justicia". Asimismo, los letrados de los tres acusados pidieron a la jueza de la sala que se desvelase la identidad de un testigo protegido, "pero también se han negado a ello", ha lamentado Zegrí.
El hermano Manolo se enfrenta a una petición de pena del fiscal que suma los 20 años y medio. Otro religioso y un seglar están acusados de tres delitos de abusos cada uno, con peticiones de penas que suman nueve años de cárcel. Se espera que mañana prosigan las declaraciones testificales y los peritos. Los abogados calculan que las vistas pueden prolongarse hasta el jueves o el viernes. Las sesiones se alargan ya que, además del ministerio público, hay siete partes personadas, tres defensas y cuatro acusaciones particulares.
El fiscal pide una pena de 20 años y seis meses para el religioso
“El hermano Manolo atribuye las acusaciones a una venganza de una serie de trabajadores que se pusieron contra él. No reconoce ningún gesto brusco con los usuarios, pero sí ha explicado que son como niños grandes que a veces cuesta moverlos”, ha explicado José Manuel Roldán, abogado del seglar acusado de abusos.
El acusado seglar, un extrabajador de la residencia de día, ha mostrado “su incredulidad y estupefacción por estar imputado", ha afirmado su letrado defensor. Roldán ha destacado que entre la decena de testigos llamados a declarar esta mañana por el fiscal se han distinguido dos grupos, uno que atacaba más directamente al hermano Manolo y otro que lo exculpaba.
En su escrito de acusación la Fiscalía afirma que la vida dentro de aquella residencia de día estaba sometida a un “rigor innecesario” por parte del hermano Manolo. El ministerio público contabiliza más de una decena de episodios de violencia y acoso. Un día que una usuaria no quiso comer, Ortiz supuestamente la “introdujo en la cámara frigorífica que existe en el centro” de la Cruz Blanca.
El fiscal señala que estos hechos “nunca fueron denunciados a las autoridades sanitarias, dado que nunca los residentes y lesionados fueron llevados a centro hospitalario alguno, por lo que debemos presumir a efectos de la calificación que cada una de las agresiones descritas no precisaron de tratamiento médico o quirúrgico alguno”.
El caso se destapó cuando la reina Sofía suspendió en octubre de 2009 su visita a la Casa de San Francisco de Asís, el centro de día que regentaba el hermano Manolo. Las pesquisas derivaron en la detención de un postulante a fraile que había trabajado en la casa. El imputado aceptó una pena de cinco años de cárcel tras declararse culpable de tres delitos de abusos sexuales a un discapacitado con 86% de minusvalía.
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