Vuelve el ciclón Sés
Después de su sorprendente debut, la cantante coruñesa presenta “Co xenio destrozado”, un trabajo con “muchos aires hispanoamericanos”

Cuentan varios testigos que hace unos años una joven coruñesa dejó boquiabierto al mismísismo Santiago Auserón, en un certamen para nuevos cantantes que apadrinó en A Coruña. El que fuera líder de Radio Futura le soltó una frase que sonaba a premonición: “chica, eres una bomba”. Más de un lustro después , María Xosé Silvar “Sés” (A Coruña, 1983), se ha convertido en una ráfaga de aire fresco que ha irrumpido como un ciclón en una escena gallega hasta ese momento un tanto aletargada, y donde era muy difícil encontrar una mujer con actitud rockera, reivindicativa, que liderase su banda, componiendo y cantando sus propias canciones en gallego.
Así es Sés, la coruñesa que esta semana acaba de lanzar su segundo disco, “Co xenio destrozado”, en edicións Fol música, después del feliz descubrimiento que fue su primer trabajo “Admirando a condición”. “En ese momento creo que había un hueco por explorar, que no era ni el folk ni el rock. Como espectadora echaba en falta una mujer cantautora que tocase y liderase su banda. Creo que había un vacío en esa vía, me colé por ahí y la cosa funcionó”, recuerda sobre su album debú, esta cantante que ante todo confiesa tener “alma de pandereteira”.
Anoche agotó las localidades para el estreno en el Teatro Principal de Santiago, pero antes deleitó a un centenar de personas que la aclamaron junto a su banda en medio de una calle de Compostela. Delante de una de las ventanas más célebres de la ciudad, la del pub As Crechas, en la Vía Sacra, justo en el último tramo del Camino, se congregó un público en el que se mezclaban turistas, curiosos y peregrinos derrengados a punto de llegar a su destino. Allí adelantó cuatro de las canciones incluídas en su nuevo disco.
“Este es un disco más real, más potente, más crudo y con muchos aires hispanoamericanos”, explica la cantante en un descanso de los ensayos con su banda. Entre la docena de canciones que escribe, compone y canta, se respiran aires de blues, de rock, de tango, de milonga o de rancheras. Y bonitas baladas como la que cierra el disco “Unha mañá de setembro” o la que dedicó a su madre, que por cierto no estaba previsto que entrase en el disco, que solo iba a tener en principio once canciones. “He querido hacer un disco mucho más parecido a lo que voy a hacer en el escenario”, declara con su look característico de chaleco y camisa de manga recortada para lucir sus preciados tatuajes. Sés es una “rabuda”, como le gusta definirse, y a quién la vea por vez primera le sorprenderá su discurso directo, crítico, feminista a más no poder y contundente. Pero incluso la imagen más áspera de la cantante acaba enterneciendo al público cuando actuando en los garitos nocturnos, en plena actuación, saca su frasco de Ventolín y se lo aplica sin complejos para mitigar sus brotes de asma, tomando aliento para explicar sus particulares teorías que emparentan el blues y la muiñeira: “nacen ambos estilos en las gargantas de los campesinos, solo que las gargantas que cantan muiñeiras recogen patatas y las que cantan blues recogen algodón”.
La artista, que antes de dedicarse a la canción se licenció en Filología y en Antropología, ha trabajado duramente en el proceso de este disco que ella misma ha producido, “rodeada de amigos que se da la coincidencia que son profesionales excepcionales” y del que se siente especialmente satisfecha. “Suena como yo quería que sonara. Mi meta no es vender más, es hacer lo que yo quiero y si a la gente le gusta pues todo encajará”, explica lanzando palabras como una ametralladora. Su discurso todavía se hace más contundente sobre el escenario, donde lanza ácidos discurso entre canción y canción: “Prefiero ser mierda que oro falso. Por lo menos la mierda hace estiércol y el oro falso nin para eso vale”. Directa y contundente. El ciclóns Sés está de vuelta.
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