“Colorado me pilla lejos”

“Sí, está muy bien, pero Colorado me pilla muy lejos”. Cargado de regalos y alguna que otra remesa de semillas de cannabis, Alberto Méndez ríe al ser preguntado sobre si España está preparada para un referéndum que normalice el uso recreativo del cannabis, tal y como esta semana ha aprobado este territorio del oeste de los Estados Unidos. “Eso no lo veo yo aquí”, añade ante su grupo de amigos, disconformes con la estigmatización que en España padecen los consumidores de cannabis. Alberto es uno de los muchos asistentes que el pasado viernes aprovecharon desde el primer minuto la feria Spannabis Málaga 2013, la mayor muestra en torno al cáñamo en Andalucía.

Tres días en los que los responsables de la feria confían en que se superen los 10.000 visitantes de la pasada edición, que encuentran en los más de 100 expositores de la muestra todo lo necesario para el cultivo de esta especie herbácea con propiedades psicoactivas. Semillas de infinidad de variantes de marihuana a precios entre los 20 y 30 euros, accesorios para su consumo y novedosas tecnologías aplicadas a su cultivo se ofertan en los expositores, donde muchos asistentes hacen la vista gorda a la prohibición de fumar y no dudan en probar la mercancía que se sirve.

“No solo ofrecemos un aspecto lúdico o comercial, también hay un elaborado programa de conferencias para debatir asuntos relacionados con su cultivo, la legalización o sus efectos terapéuticos”, explica Raúl del Pino, director de la feria, que alaba la iniciativa del Parlamento del País Vasco para regular las asociaciones y clubes de consumo recreativo del cannabis. “Es la vía correcta para que todo sea lo más transparente y legal posible. Se evitará el tráfico y además producirá beneficios al Estado a través de los impuestos y puestos de trabajo que generará su cultivo y comercialización”.

Del Pino dice no entender cómo en España no se ha aprobado aún el uso recreativo del cannabis y que el PSOE se alinease con el PP y UPyD en el Congreso contra la iniciativa que presentó Izquierda Plural. “El cannabis es la única droga social que sigue ilegalizada. Sigue estigmatizada a pesar de que causa menos daño que el alcohol o el tabaco”, añade.