El Ayuntamiento niega que concediera licencia para la macrofiesta de Granada
Subdelegación y Consistorio elevan a la fiscalía la convocatoria universitaria
El alcalde de Granada, el popular José Torres Hurtado, se quedó literalmente “espantado”, según reconoció este lunes, tras ver cruzar a jóvenes de un lado a otro de la autovía por la fiesta que se celebró el sábado en el antiguo hotel Alcano y cuyo aforo se superó en varios miles de personas. El Ayuntamiento no había concedido licencia para esa actividad especial y por ello considera el regidor que la actuación está “fuera de toda ley”.
Los hechos se produjeron a partir de la tarde del sábado, cuando unas 6.000 personas acudieron a la fiesta con la que cada año los estudiantes de Farmacia obtienen fondos para sufragar su viaje de fin de curso. Según el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, los estudiantes contaron con una empresa intermediaria para la organización y ni el Cuerpo Nacional de Policía ni la Guardia Civil tenían conocimiento de esa convocatoria.
El local, que sí tiene licencia pero para un aforo de 940 personas, está situado en el kilómetro siete de la A-92 en dirección Málaga. Al haber un aparcamiento en el otro lado de la autovía, muchos jóvenes dejaron allí sus vehículos y fue por la tarde, con el aforo más que superado, cuando comenzaron a cruzar por “decenas” la autovía. En ese momento los agentes tuvieron conocimiento de lo que ocurría tras las primeras llamadas de alerta. La Guardia Civil de Tráfico tuvo que intervenir, así como Policía Local, Autonómica y Nacional.
Ante esta circunstancia el Ayuntamiento informó ayer de que se va a abrir expediente tanto a los organizadores como a la sala que acogió la Copea de Farmacia, como se denominó la convocatoria que, según los denunciantes, supuso “un verdadero riesgo para las personas”.
La fiesta fue clausurada y el lugar desalojado de forma “ordenada”, según recalcó Pérez, gracias a la colaboración de las distintas fuerzas de seguridad. No se produjeron altercados graves, salvo la agresión al final de la noche a cinco agentes que resultaron heridos leves. Por estos hechos, cuatro de los asistentes fueron detenidos y este lunes quedaron en libertad con cargos por los delitos de atentado a la autoridad y riña tumultuaria. Tienen entre 21 y 32 años.
Los agentes contabilizaron a unas 4.000 personas y otras 2.000 en los exteriores, lo que superaba con creces el aforo permitido. Según los datos recabados hasta ayer, no consta que hubiera menores.
La Junta, como administración competente en espectáculos públicos y actividades recreativas, está a la espera de recibir las denuncias para iniciar los expedientes sancionadores que se deriven. Los responsables podrían enfrentarse a sanciones por infracciones muy graves de entre 30.000 y 60.000 euros, según recoge la ley 13/1999.
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