La banda de carteristas más experta y veterana podrá volver al metro
La Audiencia Provincial revoca la novedosa orden de alejamiento dictada hace tres meses Alega que la protección de eventuales víctimas no requiere "de prohibiciones cautelares"
El clan de Las Bosnias, cinco carteristas que suman más de 330 antecedentes por hurtos cometidos durante una década en las estaciones de Metro de Madrid, podrán volver al suburbano, después de la Audiencia Provincial haya revocado la medida cautelar que se lo prohibía con el fin de evitar que siguieran robando. La orden de alejamiento, novedosa en la capital y aplicada con anterioridad en Barcelona, ha estado en vigor apenas tres meses.
La dictó el 21 de febrero el Juzgado de Instrucción número 48 de la capital después de que la policía desarticulara al grupo una semana antes. Las cinco, Raifa I., de 30 años, Zahida I., de 36, Valeria I., Maya I. y Hansia A., están pendientes de juicio y se las acusa de ser un grupo criminal organizado y jerarquizado, cuya pena es de tres a seis años al organizador y de dos a cinco para los integrantes. Las medidas cautelares impedían a las imputadas a acercarse a cualquier instalación de Metro de Madrid y Metro Sur hasta que acabara el procedimiento. Si la policía las hubiera pillado en el metro o sus inmediaciones, podía arrestarlas por quebrantamiento de orden. Antes, a pesar de saber a lo que se dedican, solo se las podía "espantar", según fuentes policiales.
Quiénes son Las Bosnias
Son expertas en el tapón (provocar una pequeña aglomeración y proceder al robo) y la muletilla (taparse con un periódico o una chaqueta para sustraer objetos disimuladamente). Se las considera las carteristas más activas y veteranas de la capital, ya que llevan más de 10 años dedicadas a cometer hurtos en las estaciones más frecuentadas por turistas.
Solo una acumula más de 80 y otra ya fue cazada en 1998 en Barcelona. En 2006, este diario ya contó cómo actuaban Las Bosnias en un reportaje sobre la Estación Sur de Autobuses, donde se producían un centenar de robos al mes, el 30% de ellos superiores a los 400 euros. Hace unas semanas, La Sexta emitió un reportaje sobre el clan.
Según las pesquisas de la policía, las mujeres, que viven en el barrio de La Fortuna de Leganés, actuaban en las paradas de metro más frecuentadas, donde intentaban no ser detectadas. Para ello, simulaban ser turistas e iban bien vestidas.
¿Por qué estaban en la calle a pesar de tantas detenciones? Una portavoz policial explica que se debe a que comenten robos menores y sin violencia. "La falta de hurto tiene pena cero, no se las puede ni detener. Para que sea delito de hurto, se las pueda arrestar y llevarlas ante el juez, tienen que haber sustraído más de 400 euros". Habitualmente, este tipo de carteristas va documentado, así que cuando se les sorprende con las manos en la masa, se les identifica y se les cita para un juicio de faltas, al que si quieren acuden y si no, no. En el juicio se les impone una multa que no suelen pagar porque se declaran insolventes.
Precisamente el hecho de que la orden se extendiera a toda la red del suburbano y que no tuviera un periodo de vigencia límite son dos de las principales razones que alega el abogado de la defensa, que recurrió esta medida al considerarla "desproporcionada y sin fundamento". A su juicio, la orden de alejamiento infringe dos artículos de la Constitución, tampoco "consta a qué víctimas se protege con la medida" y "carece de cobertura legal".
El Ministerio Fiscal impugnó este recurso porque la investigación policial demostró que las imputadas "han cometido numerosos infracciones contra el patrimonio de las instalaciones de Metro", que existen grabaciones en las que se las ve in fraganti, que se trata de unos hechos "muy graves, que provocan alarma social" y que existe "un riesgo claro" de que sigan robando.
En un auto conocido hoy y contra el que no cabe recurso, la sección cuarta de la Audiencia Provincial estima el recurso y revoca la resolución del juzgado por ser "desproporcionda, tanto por extenderse inmotivadamente a toda la red de Metro de la Comunidad como por no establecer un periodo de vigencia razonablemente previsible", con lo que deja sin efecto las medidas cautelares.
En el auto, la Audiencia sostiene que la motivación del documento recurrido es "precaria y superficial" y que la prohibición de la entrada al Metro es "un tratamiento indiscriminado y no justificado", teniendo en cuenta que las cargas que tienen las cinco imputadas no son iguales.
Los magistrados Juan José López Ortega, Mario Pestana Pérez y José Joaquín Hervás Ortiz consideran también "muy discutible" que se pueda aplicar en este caso el artículo 544 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que contempla medidas cautelaras para proteger a las víctimas de determinados delitos, pero no de faltas, como es el caso.
La Sala también indica que a las bosnias se les atribuye formar parte de un grupo dedicado a la comisión de hurtos, pero "no hay imputación por hechos concretos que revistan los caracteres de uno o varios delitos o faltas contra el patrimonio", por lo que considera que difícilmente se pueden adoptar medidas cautelares "que restrinjan el derecho fundamental a la libertad de circulación".
Los magistrados de la Audiencia consideran que la protección de "eventuales víctimas futuras en un ámbito vigilado como es la red de Metro", que dispone de videovigilancia, seguridad privada y una brigada de la Policía Móvil, no precisa "de prohibiciones cautelares de acceso". "No vemos qué añaden las medidas adoptadas en términos de eficacia y de cara a proteger" a usuarios de ser asaltados. La red de Metro de Madrid, la más extensa bajo tierra de Europa, tiene más de 300 estaciones, más de 8.000 cámaras en andenes y trenes y unos 2.000 vigilantes. A pesar de la seguridad, los robos son constantes. En 2007, se denunciaron 54 al día, un 12% más que el año anterior.
Por último, los magistrados subrayan que se está privando a las integrantes del clan de Las Bosnias, llamadas así porque todas son de esta nacionalidad, de un servicio público como el Metro, "esencial para gran número de los ciudadanos".
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