Feijóo pide gestos a Ence para estudiar si se queda en la ría de Pontevedra
El presidente admite que no puede garantizar plazos para el hospital de Vigo
Nadie en el PP quiere respaldar en público las palabras del presidente del partido en Pontevedra, Rafael Louzán, quien esta semana se dejó de cautelas diplomáticas y apoyó la continuidad de la fábrica de Ence en esa ría después de 2018, cuando caduca su concesión. La declaración de Louzán supone un giro en la postura del PP, que desde hace tiempo se había aliado con los partidarios de forzar el traslado de la factoría de pasta de papel. Los máximos dirigentes populares aseguran que esa es una posición personal de Louzán, empezando por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien insistió ayer en que no ha habido ningún cambio en la opinión de su partido respecto a este asunto. Pero el propio Feijóo dejó entrever que el Gobierno gallego está a la espera de que la compañía haga algún gesto antes de tomar una decisión definitiva. “Ence no ha planteado ninguna medida que nos haga cambiar de opinión”, señaló el presidente en su comparecencia semanal tras el Consello de la Xunta.
Con la nueva Ley de Costas aprobada esta semana, Ence podrá prorrogar su concesión si así lo decide el Gobierno central tras estudiar un informe previo y no vinculante que debe emitir la comunidad autónoma. Pese a todo, Feijóo insistió en que la opinión de de la Xunta será “determinante” e incluso dio por hecho que el Ejecutivo central la asumirá sin reparos, pese a que no tenga la obligación legal de hacerlo. El presidente explicó que, antes de emitir su informe, la Xunta consultará con las “instituciones democráticas de Pontevedra”, con el comité de empresa, con los “agentes económicos” de la ciudad y con la propia compañía. Y ahí el presidente dejó caer que espera gestos de la dirección de Ence: “Evaluaremos la decisión muy en detalle y tendremos que ver qué oferta Ence y qué mejoras económicas puede plantear”.
Hospital de Vigo
En su comparecencia tras el Consello, el presidente de la Xunta admitió por primera vez que la finalización del nuevo hospital de Vigo, comprometida para 2014, está ahora mismo en el aire. Las obras avanzan a medio gas desde hace casi un año ya que el grupo de empresas que se encarga de su construcción tiene también que financiarlas, según el modelo pactado en su día con la Xunta, y no ha logrado que ningún banco le dé crédito. El Gobierno gallego lleva meses anunciando una solución inminente que nunca llega. Feijóo atribuye el retraso a que una de las empresas ha entrado en suspensión de pagos. El presidente explicó que todavía se está a tiempo de acabar el hospital el próximo año, pero al mismo tiempo tuvo que reconocer que, si no se desbloquea la situación, los plazos para rematar la obra quedarán en el aire. Con todo, Feijóo pidió comprensión por el esfuerzo que hace la Xunta, en plena crisis, para sacar adelante “la mayor infraestructura sanitaria en construcción en toda España”.
El Consello de la Xunta de ayer dio además luz verde a un plan para estimular la investigación científica vinculada a la empresa. El Gobierno autónomo suscribirá contratos programa estables con los cinco centros tecnológicos de Galicia y con institutos de investigación como el CSIC, que recibirán en total 4, 5 millones de euros. El propósito del plan es la “atracción y retención de talento”.
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