Torbellino de entusiasmo

Los actos de celebración del 15º aniversario de las primeras funciones del grupo It Dansa terminan hoy en el Mercat de les Flors. La Compañía baila desde este jueves un programa formado por cuatro coreografías de diferentes creadores: Nacho Duato, Rafael Bonachela, Sidi Larbi Cherkaoui y Alex Ekman.

Lo más interesante de estas funciones ha sido ver el entusiasmo y dinamismo con que baila esta joven formación dirigida por Catherine Allard. Sus componentes, ajenos a la crisis económica que contribuye al declive agonizante de nuestras compañías de danza por falta de ayudas oficiales y de una gestión coherente a pesar del escaso presupuesto, se entregan al baile con una intensidad y alegría que dejan perplejo al espectador, creándose una vital complicidad entre el público y los intérpretes.

El programa empieza con una pequeña joya, Cor Perdut. Este magnífico dúo recordado por el público en la inolvidable puesta en escena del propio Nacho Duato y Catherine Allard, recrea una canción de Bir Demet Yasemen en versión catalana de María del Mar Bonet y es interpretado por Adrien Martins y Lisa Kasman de forma correcta, si bien faltan la pasión y la personalidad escénicas que requiere este paso a dos. Naked Thoughts, de Rafael Bonachela, es una pieza de corte abstracto que permite el lucimiento coral de la formación, en la que destacó Oscar Pérez, que de nuevo se distinguió en la mejor obra de la noche, In Memorian, un excelente y dramático trío del creador belga de origen marroquí Sidi Larbi Cherkaoui, sin duda uno de los mejores coreógrafos de danza contemporánea de la actualidad. Su baile intenso que va de la violencia a la caricia, de la fealdad a la belleza, de la tradición a la modernidad resulta hipnótico. Como curiosidad, este creador firma la coreografía del fragmento de baile de Anna Karenina, de Joe Wright. La velada de It Dansa finaliza con una ágil representación de Alex Ekman, Whim, interpretada por toda la compañía, que acuna un interesante mosaico musical que abarca desde Vivaldi a Nina Simone pasando por Ravel. Todo un capricho.