Navarro y Chacón sellan la paz con un almuerzo en Madrid

Lo que una el partido, que no lo separe la estrategia personal. El primer secretario del PSC, Pere Navarro y la exministra socialista Carme Chacón, almorzaron juntos este martes en Madrid para reconciliar posturas tras el enfrentamiento público que mantuvieron en febrero a cuenta de la votación soberanista en el Congreso de los Diputados.

Fue un almuerzo distendido, explican fuentes conocedoras del encuentro, en el que Navarro y Chacón tiraron de la amistad que les unía hasta entonces para cerrar las heridas abiertas. El almuerzo se celebró en el restaurante Kupela y en él también participó el diputado del PSC y exsecretario de organización José Zaragoza y Víctor Francos, jefe de gabinete de Navarro.

Horas antes del almuerzo, Chacón asistió al desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que Navarro desgranó su idea federal de España y la reforma de la Constitución que propone el PSC.

El desencuentro entre Chacón y Navarro se produjo el 26 de febrero, cuando 13 de los 14 diputados del PSC rompieron la disciplina de voto del grupo socialista y apoyaron una resolución de CiU a favor del derecho a decidir. Chacón, cabeza de lista del PSC por Barcelona en las generales, no participó en la votación, pese a estar presente en el hemiciclo. La exministra quedó en tierra de nadie al no alinearse con el no de los diputados del PSOE ni con el sí de los diputados del PSC.

Chacón puso su escaño a disposición de Navarro esa misma tarde y el primer secretario le devolvió la pelota enseguida al pedirle que fuera ella la que decidiera si quería continuar como diputada. Días después, advirtió a Chacón no podría volver a ser candidata del PSC en unas elecciones si no defendía la celebración de una consulta pactada en Cataluña, a lo que la exministra replicó: “Nunca en la vida se me pasará por la cabeza presentarme a unas elecciones con un programa electoral en el que no crea”.

La lealtad de Navarro con Chacón se evidenció en el Congreso del PSOE de Sevilla, en el que el PSC apoyó a pies juntillas a la exministra frente a Alfredo Pérez Rubalcaba. Eran otros tiempos, cuando Navarro era un líder muy tierno al que el traje parecía venirle muy ancho.