El AVE a Alicante y la voluntad política
La ciudad debe conectar con Madrid coincidiendo con la celebración de las fiestas de San Juan
Hay eventos que por su relevancia generan gran satisfacción. Pero hay otros en los que la satisfacción viene acompañada del sentimiento de que por fin se ha hecho justicia. Este es el caso del AVE Madrid-Alicante, un proyecto fundamental desde el punto de vista económico y social, pero que de forma injustificable se ha venido retrasando. Después de una larga espera el AVE Madrid-Alicante llegará, con todas sus propiedades y ventajas, a Alicante en junio, tal como ha anunciado la ministra de Fomento.
Desde Pro-AVE queremos manifestar nuestra satisfacción y expresar el reconocimiento a la ministra Ana Pastor por su empeño y buen hacer para que en junio llegue el primer AVE a la ciudad de Alicante, coincidiendo con la celebración de las fiestas de San Juan, el mayor evento festivo de la ciudad, y el inicio de la temporada turística alta.
Aunque la ministra, haciendo gala de prudencia, matizó que así sería siempre y cuando no se dieran problemas técnicos imprevistos, resultaría imperdonable que esto ocurriera en un país con la dilatada experiencia de construcción y gestión de líneas de AVE, como lo es España.
Si después de tanto retraso como ha sufrido el proyecto, y con las expectativas que se han creado, esto sucediera, la frustración que generaría sería demoledora, agravando aún más la crisis de confianza que padece la sociedad alicantina. Máxime cuando se trata de una economía y una sociedad que tienen en el turismo su principal motor económico y fuente de riqueza.
Estamos muy contentos por el anuncio de la llegada del AVE a Alicante en junio pero encarecemos a los responsables de Fomento el que extremen la labor de prevención y control que impida cualquier imprevisto. ¡Un retraso más seria inaceptable! Es ante circunstancias como estas cuando los políticos deben asumir responsabilidades, tomar decisiones y asegurarse de que sus compromisos se cumplen.
Considerando la distancia entre Madrid y Alicante, dentro del intervalo económicamente óptimo de la alta velocidad (350-500 kilómetros), la relación histórica existente entre las dos ciudades, la intensidad de tráfico, que garantiza la rentabilidad de la línea, y la fuerte interdependencia económica entre Madrid y la costa alicantina, resulta inconcebible que la alta velocidad no uniera mucho antes a estas dos ciudades. Pero de grandes errores y serios agravios está plagada la política de infraestructuras de España de los últimos veinte años, y es hora de que cambiemos este comportamiento.
Para la provincia de Alicante y una buena parte de la sociedad madrileña este feliz aunque retrasado evento tiene una gran trascendencia. Constituye un hecho histórico que abre nuevas ventanas de oportunidades a unos y otros. Para el sur de la Comunidad Valenciana, cuya principal actividad motriz y fuente de riqueza es el turismo, la llegada del AVE supone un espaldarazo en un momento difícil. No sólo porque al mejorar la accesibilidad a Madrid incrementa su competitividad en el mercado nacional respecto a destinos alternativos, como los del sur de España, sino porque incrementa el atractivo de la costa alicantina para los turistas extranjeros y turistas de crucero gracias a la mejor conectividad con el gran centro cultural de Madrid y su aeropuerto internacional. Al igual que ha ocurrido con otras ciudades españolas, la conexión en AVE con Madrid permitirá atraer visitantes extranjeros con destino en esta ciudad.
El hecho de que un millón de madrileños cuenten con una segunda residencia en la costa alicantina constituye una razón adicional del gran impacto social y económico del AVE Madrid-Alicante. En primer lugar porque incrementa el grado de disfrute de la costa alicantina, su clima, playas y servicios, por parte de los habitantes de Madrid. En segundo término porque en la era de Internet y el teletrabajo, la mejora en la accesibilidad que supone el AVE, así como la cercanía entre Alicante y Madrid, abre la posibilidad de residir en la costa, mejorando la calidad de vida, aunque el puesto de trabajo esté en Madrid.
Aunque tarde y con serios agravios comparativos, hoy podemos decir que a partir de junio de 2013 Alicante y Madrid estarán conectados en alta velocidad, lo que no sólo beneficiará a la economía de la provincia de Alicante, sino también al millón de madrileños que hoy disfrutan de una segunda residencia en la provincia, abriéndose nuevas ventanas de oportunidades a los habitantes de ambos territorios.
Cuando hay voluntad política y se actúa en términos de racionalidad económica y social, los proyectos salen adelante y todos ganamos.
Federico Félix es presidente de la Fundación Pro-AVE
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