Aguirre alaba ahora que Botella diera “la cara” en la tragedia del Madrid Arena

Con Ana Botella, es difícil discernir en ocasiones si se trata de un traspié verbal o protocolario, o una puya oculta en su, a veces, despampanante ingenuidad. En un acto en el que ha participado esta mañana, organizado por el Partido Popular de Madrid, ha sido presentada por la presidenta de esta formación, Esperanza Aguirre, a la que, posteriormente, ha agradecido su discurso con esta frase: "Gracias, Esperanza, por tu cariñosa representación".

Aguirre, en cambio, es transparente en sus filias y fobias y las enuncia habitualmente con suave malicia vestida de inocencia. Esta mañana se ha encontrado por primera vez en la tesitura de hablar en público sobre la alcaldesa, a la que le une una amistad tan antigua como particular, tras la bronca que ambas mantuvieron en tono elevado en un comité de dirección del PP madrileño hace un mes. El motivo del enfado de Botella en aquella ocasión fue la, a su juicio, falta de apoyo de la formación tras la tragedia del Madrid Arena. El motivo de enfado de Aguirre en aquella ocasión fue el, a su juicio, injustificado ataque de la alcaldesa al presidente regional, Ignacio González, a cuenta del entonces previsto desmantelamiento del hospital de La Princesa, contra el que Botella firmó en público.

Esta mañana, Botella ha optado por defender las reformas del sistema sanitario madrileño proyectadas por González. Y Aguirre ha optado por la loa en su presentación (o "representación"). "Ana Botella no necesita presentación, la historia de nuestro partido no se entiende sin Ana, ni la historia de Ana se entiende sin el Partido Popular. Y no solo porque esté casada con quien está casada. Sabemos que Ana tiene mucho que ver con la formación del pensamiento político de José María Aznar. A lo mejor tenía inoculado el virus de la política con más fuerza incluso que el que es su marido y fue nuestro líder absoluto durante muchos años. Sacó las oposiciones antes que su marido. Y luego, al lado de Jose, sí, pero siempre como su apoyo, ayudó a que el PP llegara a ser lo que es hoy".

Lo que no ha podido evitar Aguirre es cargar contra el que durante tantos años fue su fraternal archienemigo, el alcalde de la capital cuando ella era presidenta regional, Alberto Ruiz-Gallardón, ahora ministro de Justicia. "A Ana le ha tocado suceder en la Alcaldía de Madrid a Gallardón que, como todos sabéis, es un animal político de primera magnitud. Ana no se arredró aunque sabía que heredaba una situación muy difícil, pues al Ayuntamiento le afectaba la crisis de forma muy especial por todas las obras de los últimos años. Y ahí Ana ha hecho gala de sus cualidades de buena administradora. Ha sabido embridar el gasto público y el déficit. Era un reto muy difícil. Está consiguiendo hacer en Madrid el ideal de un gobernante, hacer más por menos".

Ha añadido Aguirre a continuación un guiño para pasar página a la polémica: "Un mérito que no puede verse ensombrecido por la tragedia del Madrid Arena, donde ha dado la cara y ha tomado decisiones muy dolorosas para cumplir con su compromiso de llegar hasta el final". La gestión política de la tragedia que costó la vida a cinco jóvenes en ese pabellón municipal en una fiesta de Halloween se ha llevado por delante a dos delegados del Gobierno municipal y al vicealcalde. Entre los dimitidos tras su imputación se encuentra Antonio de Guindos, al que Botella apreciada profundamente en lo político y en lo personal.

Aguirre ha finalizado como suele: metiendo el dedo en el ojo a Gallardón: "Ahora Ana está inmersa en mejorar Madrid a base de inteligencia y trabajo, porque lo fácil es hacer las cosas a base de dinero".