Barajas perdió un 9% de viajeros en 2012 y opera al 64% de su capacidad
El Gobierno de González cree que las instalaciones “se están desaprovechando”
El aeropuerto de Barajas es el primero de España, quinto de Europa y figura entre los 20 primeros del mundo por tráfico de pasajeros, carga aérea y operaciones. Con 49.662.512 pasajeros en 2011, ese año la infraestructura generó el 6% del PIB de la región y el 9% de Madrid capital. Unos 12.000 millones de euros, 5.000 menos que el presupuesto de la Comunidad para este ejercicio. Su dimensión estratégica, como puerta de entrada y salida a América Latina, y como motor del 2% de la riqueza nacional, era indiscutible. Al menos hasta ahora.
Las turbulencias que sacuden a Iberia, inmersa en una crisis terrible en la que el ERE que afecta a más de 3.000 de sus empleados, ha mitigado el impacto de las consecuencias, para muchos devastadoras, que tendrá la desaparición de una veintena de rutas con origen y destino en las instalaciones madrileñas. Y, por extensión, en su economía. “Si Iberia estornuda, Barajas se resfría”, reflexiona un trabajador de la aerolínea muy activo en la plataforma Iberia se moviliza los lunes al sol, muy crítica con la gestión de International Airlines Group (IAG), resultante de la fusión de la empresa española con British Airways.
Un euro por usar los carros de equipaje
Barajas será el primer aeropuerto en el que AENA cobrará un euro por el uso de los carros portaequipajes a partir de una fecha todavía por concretar. Con esta medida, el operador calcula que logrará un ahorro anual de 3,2 millones de euros, al reducir los costes derivados de la gestión y mantenimiento de los carros de 3,7 millones a 500.000 euros. La compañía insiste en que el precio que se tendrá que desembolsar por usar los carritos será similar al que ya se abona en otros aeropuertos europeos, como los de Colonia, Düsseldorf y Múnich (Alemania), los de Génova, Milán y Turín (Italia) o el de Atenas (Grecia). “En uno de cada cuatro aeropuertos del mundo se cobra por este servicio”, recalcan desde AENA.
Tras el debut en Barajas —ya se ha empezado a instalar máquinas para cobrar por el transporte del equipaje—, el pago se extenderá, en una fecha también desconocida, a Barcelona, Alicante, Gran Canaria, Málaga, Palma de Mallorca y Tenerife Sur. “Solo se pagará por los carritos en la zona pública de esos aeropuertos. En las zonas de embarque seguirán siendo gratuitos”, apuntan desde la compañía. Para amortiguar los efectos del nuevo cobro por el empleo de los carritos, en AENA ponen de ejemplo que el servicio es más caro en los aeropuertos de Reino Unido (entre una y dos libras, equivalente a entre 1,15 y 2,30 euros) o de Estados Unidos (de 1,5 a 4 dólares, equivalente a entre 1,15 y 3,08 euros).
“El interés fundamental del Gobierno regional es más la T-4 y Barajas que Iberia. Barajas tiene que funcionar en todo caso. AENA tiene que explotar más la capacidad del aeropuerto, y explorar nuevas rutas hacia los países emergentes asiáticos, manteniendo la privilegiada posición de conexión con Iberoamérica”, observa el consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio.
La reducción paulatina del tráfico del Grupo Iberia, que representa el 47,5% del volumen total de pasajeros de Barajas —dentro de este grupo, Iberia equivale al 33,6% del volumen total de viajeros— se ha notado en el tráfico del aeropuerto. Y de qué manera. El año pasado Barajas experimentó un descenso del 9% en el flujo de viajeros respecto a 2011. El Gobierno regional entiende que está operando al 64% de su capacidad... Y las previsiones para este año de compañías como Iberia apuntan a una reducción de la oferta de más del 15%.
“Las instalaciones se están desaprovechando porque no están siendo utilizadas al máximo de la capacidad total que tienen”, ha dado la voz de alarma el portavoz del Ejecutivo autónomo, Salvador Victoria. La preocupación es tal que el número dos de Ignacio González ha pedido “medidas de apoyo” al Ministerio de Fomento y a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) para “mejorar la gestión de Barajas y aumentar el número de vuelos y viajeros”. Partiendo de la base de que el vacío de Iberia lo tendrán que cubrir otras aerolíneas. “La inauguración de la T-4 en 2006 dobló la capacidad de Barajas, hasta los 70 millones de viajeros. Pero para alcanzar esa cifra se necesita un tiempo, un proceso... A eso hay que añadirle los efectos de la crisis, de los que no escapa nadie”, reflejan desde AENA.
“Antes de la firma de la fusión con British Airways, Iberia tenía una flota de 110 aviones y más de 20.000 trabajadores. La propuesta tras la fusión es dejar a 16.000 trabajadores y reducir la flota a 56 aviones, lo que a su vez situará a Madrid en la periferia y no en el centro de las comunicaciones como puerta de entrada a Iberoamérica y Oriente Medio, con la pérdida de competitividad y caída de la actividad comercial para las empresas de la región”, señala Paz Martín, diputada regional del PSOE.
“En Madrid no hay mar, pero tenemos un puerto aéreo, y su terminal de carga es la infraestructura más importante de estas características en España. Pero ya hay empresas que empiezan a exportar a Latinoamérica a través de Portugal”, advierte Loreto Ruiz de Alda, diputada regional de UPyD. “Otra amenaza es que se externaliza el mantenimiento de la flota, que la harían empresas israelíes, mientras que los trabajadores de Iberia se dedicarían al mantenimiento de terceras empresas”, apostilla Gregorio Gordo, portavoz de IU.
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