Una peatonalización ‘privatizada’ para la zona de Canalejas

El Grupo Villar Mir financiará íntegramente la construcción de un intercambiador de transportes bajo la calle Sevilla que, tal y como adelantó EL PAÍS, permitirá reducir al mínimo el tráfico en el área de la plaza Canalejas. Allí, en los siete edificios comprados al Banco Santander el pasado 20 de diciembre por 215 millones de euros, Villar Mir esperá empezar a construir en octubre un complejo hotelero y comercial de lujo de casi 50.000 metros cuadrados, que desea inaugurar en octubre de 2016. La inversión para estas obras, 285 millones (el 30% lo financiará el Santander), "era más baja", según ha señalado el presidente de la empresa, Juan Miguel Villar Mir, pero al comprobar que la intención del Ayuntamiento coincidía con la suya en la apuesta por la peatonalización del centro de la capital, "se amplió" para cubrir la construcción del intercambiador.

El grupo constructor ha presentado esta mañana el proyecto a los medios de comunicación, junto al presidente regional, Ignacio González (PP), y la alcaldesa de la capital, Ana Botella (PP), en la sede de la Comunidad. Villar Mir cerró una opción de compra con el Santander el pasado 31 de julio para comprar los siete edificios contiguos en la calle Alcalá (números 6, 8, 10, 12 y 14), la plaza de Canalejas (número 1) y la carrera de San Jerónimo (número 7). Allí se alzaron en su momento las sedes de los bancos Zaragozano, Banesto y Central Hispano. La operación se cerró el 20 de diciembre por 215 millones; según Villar Mir, "el banco Santander era consciente del enorme esfuerzo económico necesario para transformar los edificios, que ahora no sirven para nada".

Construidos entre 1887 y 1902 (excepto el del número 6 de la calle Alcalá, de 1974), "llevaban 10 años en desuso", ha añadido, y están casi derruidos por dentro. Este ha sido precisamente el motivo aducido por el Consejo Regional de Patrimonio para aprobar el 20 de febrero la tramitación como Bien de Interés Cultural sólo de las fachadas y algunas crujías del complejo, levantando en cambio la protección del interior; según el Ayuntamiento, no queda nada de su riqueza original, merced a las sucesivas reformas realizadas en las últimas décadas.

El complejo contará con un hotel de cinco estrellas gran lujo administrado por la cadena estadounidense Four Seasons, con 26.000 metros cuadrados y 215 habitaciones; y una zona de 6.000 metros cuadrados para aproximadamente 35 pisos de lujo, que se pondrán a la venta pero serán cuidados también por la cadena hotelera. La zona comercial, "de la máxima calidad", ocupará 16.000 metros cuadrados. Villar Mir está negociando a varias bandas, y sin acuerdo aún cerrado, en manos de quién pondrá esta galería, que compara con el Covent Garden de Londres o la Vittorio Emmanuelle de Milán.

Bajo los edificios habrá un aparcamiento de hasta 450 plazas, con dos plantas para el centro comercial y otra para el hotel y las residencias. En la actualidad hay ya un parking, en régimen de concesión municipal, que el Ayuntamiento plantea incluso que se pueda rescatar para construir uno nuevo más cómodo y moderno. Junto al aparcamiento se construiría el intercambiador, lo que permitiría hundir bajo la superficie tanto el tráfico de vehículos privados como las nueve líneas de autobuses que ahora confluyen en la calle Sevilla, y la carga y descarga. Tendría conexión además con el metro Sevilla (línea 2, la roja) y Sol (nodo que enlaza también con los trenes de cercanías).

El coste estimado del intercambiador asciende a 50 millones, incluyendo el rescate del aparcamiento, al que le restan 15 años de concesión. En cualquier caso, deberá adjudicarse también mediante concesión administrativa, o bien del Ayuntamiento o bien del Consorcio Regional de Transporte. Villar Mir podría concurrir al concurso y hacerse así con la adjudicación, asegurándose que no quedara desierta, como tantas otras en estos tiempos de crisis, puesto que esa circunstancia paralizaría el proyecto de peatonalización de la zona (el Ayuntamiento no podría en ningún caso asumir su coste).

La previsión del grupo constructor pasa por concluir los trámites administrativos en diciembre, pero entre tanto iniciará los trabajos previos en mayo y las obras en octubre. Serían tres años con la zona manga por hombro, hasta la inauguración en octubre de 2016. Pero permitiría "una mejora espectacular del problema de agobio de tráfico que hay ahora delante de esos edificios", según Villar Mir. Cómo quedará la distribución en superficie "todavía es pronto" para saberlo, según ha dicho la alcaldesa y ha corroborado la vaguedad de las explicaciones de todos los intervinientes. Según el empresario, el tráfico "va a quedar muy reducido, con unas aceras fenomenales". Según Ignacio González, "mejorará la circulación en en ese cuello de Sevilla, realmente complejo, con la eliminación del tráfico en superficie". Según Ana Botella, "el tráfico se templará" para "aumentar el protagonismo de los peatones en el centro".

"Por mucho que algunos intenten ponerle chinitas al camino, este es el camino para salir de la crisis", ha dicho González, enfadado por las críticas del líder del Partido Socialista, Tomás Gómez, al proyecto de Eurovegas en Alcorcón. Villar Mir ha querido tomar la palabra en el acto para refrendar también la inversión diseñada por el magnate estadounidense Sheldon Adelson. González ha hecho referencia al dato de paro registrado conocido esta mañana, que "no ha sido especialmente bueno" (ha superado por primera vez los cinco millones), para defender estos proyectos, en los que las personas sin empleo "podrán ver una oportunidad para salir de esta situación".

Villar Mir estima que el complejo de Canalejas permitirá crear 600 empleos directos y 1.200 indirectos durante la fase de construcción, y 1.000 empleos directos (400 en el hotel, 600 en el centro comercial) y otros 2.000 indirectos (800 en el hotel, 1.200 en el centro comercial) durante la fase de explotación, a partir de 2016.

El empresario ha recalcado también la "gran carencia" de hoteles de lujo en la capital. España, ha explicado, atrae 56,7 millones de viajeros al año, según la Organización Mundial del Turismo, sólo por detrás de Francia (79,5), Estados Unidos (62,3) y China (57,6). Madrid, que congrega a 8,4 millones de visitantes al año, tiene sólo cuatro hoteles de lujo, es decir, uno por cada 10.000 viajeros; Londres, con 11,5 millones de visitantes, tiene 45 (8,4 por cada 10.000 viajeros); Roma, con 6,5 millones, tiene ocho (dos por cada 10.000); París, con 36,9 millones, tiene 20 (1,2 por cada 10.000).

Los cálculos del empresario pasan por generar un volumen de negocio anual de 201 millones de euros, merced al hotel (66 millones), el centro comercial (130 millones) y el aparcamiento (cinco millones). El hotel contaría con dos restaurantes, un gimnasio con piscina y spa, y un gran patio ajardinado de hasta siete plantas de altura. Justo detrás del complejo, en la misma manzana pero de cara a la puerta del Sol, se abrirá en unos meses la tienda insignia de Apple.