Un juez avala el cierre del Magerit por razones de seguridad
Un juez avala el cierre porque el centro tenía "deficiencias" y tenerlo abierto era "inviable" Entiende que el Gobierno regional actúo "acorde" a sus funciones
El juzgado contencioso administrativo número 33 de Madrid ha desestimado un recurso interpuesto por la Asociación de madres y padres de usuarios del centro ocupacional Magerit, que denunció el cierre del centro en marzo de 2011. La consejería de Asuntos Sociales cerró este y otros dos centros de atención a discapacitados intelectuales "por seguridad". La decisión afectó a 305 usuarios, 103 del Magerit, a los que recolocó mayoritariamente en el Juan Ramón Jiménez de Leganés. El fallo coincide con que no se cumplían las condiciones de seguridad suficientes: "No puede considerarse desproporcionado el desalojo y traslado de los usuarios a otra edificación que reúna las condiciones de seguridad necesarias".
"Ha quedado probado que los edificios sufren patologías que hacen necesaria su inmediata reparación", recoge el escrito, que resalta que el propio perito de la asociación de padres y madres de alumnos "declaró con contundencia que compartía la opinión reflejada en el informe de la empresa Euroconsult SA, encargado por la Administración al que calificó de riguroso y de alta calidad técnica". Los estudios técnicos son muy contundentes, y dejan la sensación de que el complejo estaba al borde del colapso: "Los edificios presentaban importante grado de corrosión de algunos pilares y un estado generalizado de oxidación de los elementos metálicos de la estructura y en viguetas de forjados". "Asimismo se refleja en los informes desplomes de fábricas, descenso en los planos de suelos y alféizares de ventanas, separación entre muros de fachada y forjados, manchas de humedad, desprendimiento de material en aleros y cornisas, fisuras en paredes medianeras (...). Según los cálculos de estabilidad, los resultados no son satisfactorios al superar la tensión admisible", dibuja el documento un edificio en ruinas.
"Siendo necesario el cierre del centro Magerit por motivos de seguridad", la sentencia no cuestiona "la sensación de maltrato" de sus usuarios y familiares ante "lo repentino" del cierre. "Sin embargo, la forma en que la decisión se adoptó, teniendo en cuenta que los usuarios son personas con discapacidad intelectual, es algo que queda fuera del contenido de la resolución impugnada, cierre y traslado del centro, y que podrá o no dar lugar al ejercicio de otras acciones por la asociación recurrente, pero que quedan fuera del objeto del presente recurso", concluye.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.