La policía, en alerta por las protestas convocadas para el 23-F
Cuatro marchas confluirán el sábado en la plaza de Neptuno
Ante todo, preocupación. Ese es el principal sentimiento que sedeja traslucir en la Delegación del Gobierno en Madrid y en la Jefatura Superior de Policía por las cuatro marchas que están comunicadas para el próximo sábado, día del aniversario del intento del gope de estado del 23 de febrero. Las protestas, que se centran en los recortes, saldrán de diversos puntos de la capital y confluirán en la plaza de Neptuno alrededor de las seis de la tarde tras recorrer las principales vías de la ciudad, por lo que también se anuncian graves problemas de circulación. Los convocantes han previsto una asistencia de unas 600.000 personas, aunque fuentes policiales dudan de que acudan tantas personas.
Una marcha de carácter mucho más pequeña ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno por el diputado regional de IU-Los Verdes Mauricio Valiente Ots. En su petición, mantiene que acudirán unas 300 personas. Saldrá de la zona peatonal de la plaza del Canal de Isabel II y, tras pasar por las calles de Bravo Murillo, Santa Engracia y la Castellana, llegará a la plaza de Colón. Aquí se unirá a uno de los brazos de la manifestación denominada de las Mareas Ciudadanas, que contará con cuatro inicios diferenciados desde las cuatro y media.
Allí también confluirán las protestas iniciadas en la avenida de la Ciudad de Barcelona, la glorieta de Embajadores y la Puerta del Sol. Esta ha sido solicitada por cuatro grupos: Izquierda Anticapitalista, Equo de Madrid, la Plataforma contra la Impunidad de los Crímenes del Franquismo y el Movimiento FUE Unión de Empleados Públicos.
La llamada Marea Ciudadana Unida protestará contra los recortes y en defensa de una verdadera democracia. Según los organizadores será “de carácter totalmente pacífico y sin altercados”. Al final del recorrido se instalará un camión con megafonía en Neptuno desde el que se leerá un manifiesto justo antes de que concluya la protesta.
“Pretende ser una confluencia de las diversas mareas, como la blanca [en defensa de la sanidad pública] o la verde [educación] o naranja [dependencia y servicios sociales]. Serán como cuatro manifestaciones que terminarán en un mismo punto”, explicó ayer el representante de Equo, Ramón Linaza Iglesias.
Los convocantes terminarán con un minuto de silencio en el que todos los asistentes se darán la mano. La orquesta Solfónica tiene previsto interpretar La Estaca de Luis Llach y el Canto de Libertad de José Antonio Labordeta. “Está confirmado que vendrán autocares de diversos puntos de la península, como Zaragoza, Castilla León y Castilla-La Mancha”, añadió Linaza.
La policía mantendrá una reunión en los próximos días para fijar el número de agentes que destinará a la seguridad de la marcha. En principio, tiene previsto montar un fuerte despliegue. Solo de las Unidades de Intervención Policial (UIP, los antidisturbios) habrá 1.650 agentes pertenecientes a 33 grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP). También habrá un despliegue de policías de paisano. Por dos motivos. Uno, la alta asistencia de personas que prevén los organizadores —algunos hablan de hasta un millón—. Dos, ante la posibilidad de que acudan individuos antisistema y alborotadores que puedan iniciar disturbios o altercados, en especial, al final de la manifestación. En un principio, se había anunciado la asistencia de personas llegadas de otras regionales, como mineros procedentes de Asturias y León, pero las últimas informaciones que maneja la Brigada Provincial de Información de Madrid han descartado este extremo.
Algunas redes sociales ya llevan varios días haciendo un llamamiento a que la gente acuda de manera masiva, sobre todo, después de que esta semana se haya producido el debate sobre el estado de la nación.
La última manifestación importante celebrada en Madrid, durante la última huelga general del pasado 14 de noviembre. La marcha terminó en la plaza de Colón, pero un numeroso grupos de antisistemas se dedicó a lanzar piedras y adoquines contra la policía. También iban armados con cócteles incendiarios listos para lanzarlos contra los antidisturbios. Los mayores problemas se registraron en el paseo de Santa María de la Cabeza, donde incendiaron numerosos contenedores, reventaron lunas de bancos y concesionarios de coches y entraron en algún supermercado.
La persecución entre manifestantes y policías se prolongó durante cerca de dos horas. También dejó destrozos en mobiliario urbano como semáforos, bancos y marquesinas. Durante los incidentes, en los que hubo 29 heridos (nueve de ellos policías) se realizaron 21 detenciones. Las principales preocupaciones se centran en que esos grupos que están perfectamente organizados y entrenados puedan regresar y se entremezclen con el resto de los manifestantes.
Los cortes de tráfico afectarán también a las principales vías de la capital y en unos horarios que suelen atraer a gran cantidad de personas al centro de Madrid. Por ello, en estas ocasiones el Ayuntamiento suele pedir que la gente que quiera acudir a la marcha que deje el vehículo privado aparcado y que utilice en sus desplazamientos el transporte público. Si necesita coger el coche, la mejor alternativa es el uso de la M-30 y de la M-40 para evitar el centro. En los desplazamientos de norte a sur una buena opción puede ser el eje de Príncipe de Vergara o Doctor Esquerdo y Francisco Silvela.
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