Diseño al rescate de los viejos métodos
La exposición ‘Fuera de serie’ del CentroCentro Cibeles exhibe obras de diseñadores que recurren a sistemas artesanos o industriales en desuso
Tomas Kral, diseñador eslovaco afincado en Suiza, empleó los moldes con los que a finales del siglo XIX se hacían quinqués en la Real Fábrica de Cristales de la Granja de San Ildefonso (Segovia) para crear con técnicas tradicionales de cristal soplado una moderna colección de jarrones y cristalería. A escasos metros, unas sillas y taburetes de enea han mutado en percheros, galanes de noche y lámparas bajo el diseño del catalán Guillem Ferrán y la manufactura artesana de Casa Constante, una empresa familiar de L’Olleria (Valencia) con casi un siglo de vida. Y si se descuida, el visitante pisará la alfombra Trepitjada, que evoca las huellas de unas pisadas caóticas mediante decenas de suelas de esparto de las tradicionales alpargatas que confecciona la empresa murciana Antonia Molina.
Todos estos sugerentes objetos que se exponen desde este sábado en CentroCentro Cibeles, el espacio cultural de la sede del Ayuntamiento de Madrid, suponen una moderna lectura de unas formas y unos materiales insertos, en algunos casos desde hace muchos siglos en el patrimonio cultural de la humanidad. Y de eso es de lo que trata la exposición Fuera de serie. Cosas que el diseño puede cambiar, comisariada por Ana Domínguez Siemens.
“Lo que queremos es que al señor normal y corriente que piensa que el diseño lo único que hace es encarecer los productos y hacerlos más estrambóticos, que se le quite esa idea de la cabeza”, explica Domínguez Siemens. La comisaria ha seleccionado para la muestra 16 proyectos de diseñadores que buscan “reinventar y dar una nueva salida” a productos y materiales ya existentes. En algunos casos ha sido la crisis la que ha forzado a fabricantes a experimentar con nuevas ideas para encontrar nuevas salidas al negocio. Pero el común denominador de los trabajos es que se ha recurrido a procesos artesanales, en muchos casos en decadencia, o a métodos industriales que están quedando obsoletos.
Es el caso del diseñador inglés Michael Young que aborda en Hong Kong una serie de productos con la empresa EOQ. Ha recurrido a una fábrica de carcasas de ordenadores para hacer la silla 4a a partir de aluminio reciclado. Y hasta ha empleado una división de componentes de cocina para construir la lámpara Bramah. El madrileño Jaime Hayón también recurrió a una fábrica, en este caso de piezas de aviones, para elaborar la mesa Tambor.
Por su parte, las diseñadoras del colectivo Front han facturado los jarrones con cuentas de The Story Vases con técnicas artesanas de KwaZulu-Natal (Suráfrica) y la colaboración de las mujeres zulúes. Las lámparas de Álvaro Catalán de Ocón hechas por indígenas colombianos y la joyería de la francesa Florie Salnot a base de plásticos usados elaborada por mujeres saharauis, son otros ejemplos de viejos métodos rescatados para crear nuevos objetos a través del diseño.
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