La Fiscalía pide 18 meses de cárcel para 5 sindicalistas por desórdenes públicos

Cinco sindicalistas, cuatro de ellos militantes de la CIG y uno de la CUT, se enfrentan a una petición de 18 meses de prisión para cada uno, acusados por parte de la Fiscalía de un delito de desórdenes públicos y otro contra la seguridad vial, que habrían cometido durante la madrugada del 27 de enero de 2011, con motivo de la huelga general convocada en Galicia por la CIG.

Los cinco acusados han sido juzgados este lunes en la sala de lo Penal número 3 de Vigo, y se les considera responsables de haber cortado el tráfico en la zona de la Avenida de Madrid con una barricada formada por carretes de cable eléctrico en llamas.

Las defensas de estos sindicalistas han rechazado las acusaciones del Ministerio Público, y han subrayado las "contradicciones" de los agentes de Policía que declararon como testigos en la vista. A ese respecto, han puesto de manifiesto, entre otras cuestiones, que no hay análisis del contenido de una garrafa intervenida por los agentes en el lugar y que tampoco ha quedado claro si vieron a los jóvenes deshacerse de ella por la ventana del coche.

Según las versiones de los acusados, sobre las 4.00 horas de la madrugada se dirigían en coche hacia la ciudad de Vigo cuando se encontraron con la barricada en la antigua carretera de Madrid. Mientras que los policías afirmaron que esa barricada comenzó a arder poco después de que los sindicalistas huyeran del lugar, éstos han negado ser responsables de este incidente y han apuntado que fueron detenidos cuando volvían de recoger a un compañero en su casa para participar en los piquetes informativos.

Los letrados también han explicado que lo ocurrido no debería ser tipificado como delito sino, en todo caso, como una falta administrativa, ya que "no se atentó contra la paz pública ni se puso en peligro a las personas que pudieran circular por la vía".

Un grupo de delegados y responsables de los dos sindicatos se concentraron a las puertas del juzgado para mostrar su apoyo a los procesados, que al final de la vista agradecieron a sus compañeros su solidaridad.