La Asamblea reabre la tribuna de invitados, que se sentarán por partidos
Las posibles suspensiones futuras afectarán solo a los grupos con invitados 'díscolos'
El pleno del pasado 5 de diciembre pasó a la historia como el primer intento de abrazar la Asamblea de Madrid, que coincidió con el primero de los tres plenos previstos para la tramitación de los presupuestos regionales de 2013 y la Ley de Acompañamiento, que incluía el plan de privatización de la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud y una batería de cambios legislativos y fiscales favorables para Eurovegas.
Aquel día más de 50 vehículos y decenas de agentes antidisturbios previnieron la posible entrada de cientos de ciudadanos descontentos en el Parlamento regional. Mientras, en el interior, decenas de invitados de la oposición descontentos con las políticas del Partido Popular, también protestaron durante la celebraron del pleno, con protestas y gritos, y desplegando desde la tribuna carteles en favor de la sanidad pública. Los diputados de IU se levantaron a aplaudir a los invitados que salían expulsados por los servicios de seguridad y los del PSM empezaron a golpear sus mesas.
Lo que opinan la oposición: entre "represivo" y "restrictivo"
José Quintana, del PSM: "A los invitados de IU y PSM los van a colocar detrás de nuestros cogotes. Desde parvulitos no he visto cosa parecida. Dónde se tienen que sentar, cómo hacerlo… El reglamento se tiene que aplicar correctamente, no en contra de la oposición. A la presidencia del hemiciclo no le queda más remedio que admitir ciudadanos en el pleno, pero lo hace reduciendo los 30 invitados a 25 [la cifra podrá ser de 30, contando a los invitados que pueden hacer los vicepresidentes de la Asamblea].
“Es una manera de intentar tener localizados a los invitados de cada quién, una manera restrictiva de entender la democracia... El presidente de la Asamblea intenta con esta medida salvar la cara ante la presión política y social. La semana pasada manifestamos al presidente del Senado que era una anomalía democrática que los ciudadanos no pudieran pasar al hemiciclo. Ya no descarto que los invitados tengan que venir con corbata obligatoriamente.
Gregorio Gordo, de IU: "Hay que celebrar el fin parcial de la anomalía democrática que significaba que los ciudadanos no pudieran entrara en su casa, la Asamblea de Madrid. Pero por la ubicación de los invitados parece que estamos en un estado de semiexcepción. IU, si hay manifestaciones, estará en ellas".
Luis de Velasco, de UPyD: "A la izquierda del hemiciclo se sentarán los invitados de PSM e IUy nosotros lo haremos junto a los del grupo anfitrión, el PP… Lo importante es que la Asamblea no puede ser un islote. El presidente de la Cámara ha pedido que el debate en los plenos se lleve con unas mínimas concesiones parlamentarias, estableciendo nuevas normas para los invitados, con 25 por grupo"
Íñigo Henríquez de Luna, del PP: "La libertad tiene que estar regida con la responsabilidad. Queremos que la tribuna vuelva a estar llenas de ciudadanos, pero de ciudadanos que se comporten. Los plenos se tienen que desarrollar con total normalidad. La decisión del presidente de la Asamblea me parece de sentido común. No podemos lavarnos las manos por el comportamiento de nuestros invitados. Nosotros ya dijimos que nos sentíamos agraviados cuando se tomó la decisión, porque nuestros invitados no habían tenido un mal comportamiento".
El presidente de la Asamblea, José Ignacio Echeverría, paró la sesión durante unos minutos poco antes de las siete de la tarde, intentando recuperar la normalidad. Echeverría consideró "lamentables" las "interferencias al pleno de fuera y de dentro... Es la primera vez que ocurre algo así". Antes de retomar la sesión, añadió: "Espero que todos los que estamos aquí reflexionemos". De la reflexión pasó, una semana después, a la acción, prohibiendo en la Junta de Portavoces y hasta nueva orden la presencia de público en la tribuna del hemiciclo. La prohibición se levantó este martes, aunque con matices.
Después de casi dos meses de cierre para evitar protestas, la tribuna de invitados de los grupos parlamentarios a los plenos de la Asamblea de Madrid se reabrirá a las visitas en el pleno de este jueves. Será con importantes cambios y condiciones. El público se distribuirá en función del grupo que les haya invitado de manera que, si hay "altercados", como los denominó Echeverría en lugar de protestas, solo se expulsará a quienes los protagonicen, sin perjudicar a quienes sí mantengan las formas. Además, las futuras suspensiones de las invitaciones, de producirse, "no serán generalizadas" sino que afectarán solo a los grupos con huéspedes díscolos y alborotadores.
Así, los invitados de los grupos —hasta un máximo de 25 por pleno ordinario y grupo parlamentario— se situarían en las tribunas laterales, aunque divididos por bancadas: los invitados de Izquierda Unida y el PSOE a la izquierda —mirando desde la Presidencia—, y los de UPyD y el PP, a la derecha (por una cuestión de espacio más que de otra cosa, ya que los ocho diputados de UPyD se sientan junto a los 36 parlamentarios socialistas y 13 del IU). La tribuna frontal estará reservada a invitados de la mesa y para uso institucional: alcaldes, concejales y personal de las consejerías. La pretensión es que esta propuesta se pueda aplicar ya este mismo jueves, en el primer pleno del nuevo periodo de sesiones. El nuevo dibujo de la tribuna lo ha trazado el presidente del hemiciclo de Vallecas durante la reunión de la Junta de Portavoces.
Echeverría comunicó el 11 de diciembre la suspensión de las invitaciones después de que la semana anterior un grupo de médicos y otros trabajadores del sector sanitario protestara en la tribuna de invitados por la privatización de los hospitales públicos mientras miles de personas se concentraban fuera en la iniciativa #abrazatuasamblea. Según el 55 de la Asamblea, el presidente es quien “mantiene el orden” de los plenos. El artículo 137 alude a que los presentes en el pleno, incluido el público, “tienen la obligación de respetar las reglas de disciplina, de orden y de cortesía parlamentaria” y señala que deben evitar “provocar desorden con su conducta, de obra o de palabra”. El articulado atribuye al presidente que vele “especialmente” por “el mantenimiento del orden en las tribunas públicas”.
Por último, el artículo 138 señala que quien atente “contra la disciplina, el orden o la cortesía del pleno” será sancionado. Ninguno de los tres artículos hace referencia expresa a que el presidente pueda suspender las invitaciones de los grupos políticos. En todo caso, no es la primera vez que se cierra la Cámara madrileña. En mayo de 2009, la entonces presidenta de la Asamblea, Elvira Rodríguez (PP), pidió al Gobierno central que no autorizara más manifestaciones ante la cámara en días de pleno y cerró la puerta del organismo a los invitados. Fue una medida temporal para "evitar incidentes que alteren el normal funcionamiento de los debates".
La semana pasada, el grupo socialista envió una carta a Echeverría en la que le solicitaba el cese de ese "estado de excepción" en el Parlamento regional. Antes de concluir la reunión de la Junta de Portavoces de esta mañana, Echeverría ha justificado la medida que adoptó en diciembre y que comunicó por carta a los grupos en que en los últimos meses "y en particular los últimos plenos de 2012" estuvieron caracterizados por una "gran tensión" que "va mucho más allá de lo razonable a la hora de plasmar las discrepancias políticas".
"Hemos visto cómo se ha faltado una y otra vez no solo a la más elemental cortesía parlamentaria, sino a la honorabilidad de los diputados e incluso al simple respeto que se debe a cualquier persona", ha dicho, actitud que ha achacado a una parte "muy mayoritaria" del hemiciclo. Una situación, ha continuado Echeverría, que "se ha complicado aún más con las interrupciones e incidentes protagonizados por diversos invitados, que por si fuera poco se han visto jaleados desde algunas bancadas, en un ejercicio de presión sobre el pleno absolutamente inaceptable".
Estos hechos fueron los que, según ha dicho, le llevaron a suspender de forma temporal el acceso de invitados, aunque ha confiado en que en el nuevo período de sesiones "todos habrán reflexionado" sobre el "lamentable espectáculo que se ha transmitido a los ciudadanos". "No podemos seguir por ese camino, y esta pausa en las sesiones tiene que marcar un antes y un después", ha remachado. Con el fin de "reconducir" la situación, Echeverría ha propuesto compartimentar a los invitados, lo que permitirá, según Echeverría, que si vuelve a haber incidentes la suspensión de invitaciones afecte solo a los grupos cuyos invitados han protagonizado "altercados" y "por el periodo que determine la Mesa en cada caso".
"Además, aquellas personas que con su comportamiento en la tribuna alteren el buen desarrollo de los debates, no podrán volver a ser invitadas durante el mismo periodo de sesiones", ha anunciado. "No estoy dispuesto a tolerar que los invitados presionen al pleno de ninguna manera", ha avisado Echeverría, que ha advertido a los portavoces de que "si se vuelven a reproducir los incidentes, se volverá a restringir el acceso".
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