Siete desalojados en un incendio agravado por el viento en Llucena

“Las primeras horas han sido las de más nervios, nos quedamos sin comunicación, sin red eléctrica y sin telefonía móvil”. Gerardo Beltrán, alcalde de Llucena, explicaba durante el mediodía del domingo cómo comenzó el incendio que puso en jaque a una zona de la población durante las primeras horas de la mañana. El incendio, provocado por la caída de un cable de la línea eléctrica según las primeras investigaciones, se propagó rápidamente por una zona de pinar en las que se ubican varias viviendas diseminadas.

Los bomberos y la policía se afanaron por rescatar a siete personas de estas residencias por la cercanía de las llamas y porque el fuerte viento que sopló en Castellón durante la noche del domingo hacía más impredecible el desarrollo del incendio.

Según el Centro de Coordinación de Emergencias, el fuego se ha dado por controlado este lunes a las 11.40 tras quemar 86 hectáreas. La principal hipótesis sobre la causa del siniestro es ue lo provocó la caída de un poste eléctrico junto al cementerio de la localidad.

“Supe del fuego sobre las seis de la mañana y avisamos a la Guardia Civil porque no teníamos comunicación de ningún tipo”, explicó el domingo Beltrán. El regidor señaló que fueron los agentes los que pudieron comunicarse con la policía y los medios de emergencias y alertar del fuego. “La policía y la Guardia Civil ayudaron a rescatar a los moradores de unas siete u ocho casas”, aseguró. Todos ellos fueron trasladados a la Casa de Cultura del vecino municipio de Figueroles, aunque pronto fueron realojados en casas de familiares. “Han estado esta mañana, pero se han ido todos muy pronto”, comentaba un vecino. La virulencia del viento había dejado su rastro al arrancar de la tierra un enorme pino, de unos diez metros de altura, que permanecía empotrado sobre la fachada colindante con la Casa de la Cultura.

El alcalde de Llucena apuntó que el fuego comenzó en la zona del río y que en un primer momento se dirigió hacia el municipio. “Luego el viento cambió y las llamas se propagaron bordeando el pueblo”, dijo. Desde el consorcio provincial de bomberos de Castellón, explicaron que la máxima prioridad en estos primeros momentos fue la evacuación de los ocupantes de las casas amenazadas y la protección de las mismas. No hubo heridos. Los bomberos apuntaron que el fuego afectó al cementerio de Llucena. Según el alcalde, podría haber dañado sólo la fachada.

La directora general de Emergencias, Irene Rodríguez, explicó desde el puesto de mando instalado en La Foia, la problemática de las labores de extinción debido al fuerte viento. “Por la mañana, las rachas se han aminorado y hemos podido incorporar los medios aéreos”, declaró. En total, cerca de un centenar de efectivos entre bomberos, brigadistas y medios aéreos. También se cortaron dos carreteras.

Poco después, y tras una reunión en el puesto de mando, Beltrán apuntaba a la caída de un cable eléctrico como la causa del fuego. Por la tarde, ya con el incendio estabilizado, desde Emergencias confirmaban esta sospecha. De ahí la caída de las comunicaciones que afectó a la población y que obligó a los propietarios de un hotel a desalojar a sus huéspedes, no por el peligro del fuego, sino por la falta de luz, calefacción, etc.

El incendio quedó finalmente estabilizado y sin llamas pasadas las seis de la tarde. Las llamas arrasaron una extensión de 86 hectáreas, de pinar principalmente. A última hora de la tarde se permitió el regreso a sus casas de las siete personas desalojadas. En la zona quedaron cuatro brigadas y una dotación de bomberos para evitar que el fuego se reavivara.