“Lady Gaga rompe más esquemas que Metallica”
Txus di Felatio, cabecilla de Mägo de Oz, publica su autobiografía Le pillamos entre ensayos y vuelos: recién llegado de México, antes de emprender una gira americana que les llevará desde Guatemala a Chile
Txus di Felatio entra discreto y puntual en el hall del Hotel Emperador. Le acompaña una jovencita pero no va disfrazado de pirata ni pide una humeante bebida de brujas. Una duda: ¿Se trata del temible Txus o estamos ante su alter ego, Jesús María Hernández Gil? “Ya, ocurre que en el libro hablo en primera y en tercera persona. Reconozco que suena pedante”.
El libro se titula Si la vida te pisa, desenvaina una sonrisa (Quarentena Ediciones). Se presenta como autobiografía pero se trata de un objeto de lujo para fans, pasta dura y toneladas de fotos. Hay mucho relleno (¡letras reproducidas a modo de pergamino!) y concesiones al mito: media docena de páginas con Txus rodeado de strippers.
Pero también se cuela Jesús María. Aparte de esas impagables fotos vestido de etiqueta, confiesa que fue socorrista y estudió para bombero. Lo de músico de rock ¿era otra opción profesional? “Era...inevitable. Afortunadamente, crecí cuando los niños no estaban medicalizados; hoy me habrían diagnosticado hiperactividad, quizás bipolaridad, y me habría inflado de pastillas. Fui dando tumbos: hasta jugué con un equipo juvenil del Real Madrid. Pude terminar en la cárcel, compré mi primera batería con una estafa a la Seguridad Social”.
Reconoce su devoción por los artistas de aspecto extravagante, comenzando por Tino Casal: “Aún hoy, creo que el pop es la música más transgresora. Lady Gaga rompe más esquemas que Metallica. El heavy metal suele quedarse en poses. Hablo por experiencia propia: hubo etapas que olvidamos el mensaje, éramos un cascarón vacío”.
Txus y Jesús María, dos en uno
La frase. "... A ver, te cruzas con Loquillo o con Jorge Ilegal por la calle y, aunque no les conozcas, sabes que son estrellas de algo".
La 'percha'. Presenta Si la vida de pisa, desenvaina una sonrisa (Quarenta Ediciones). Se presenta como autobiografía pero se trata de un objeto de lujo para fans
El 'autodefinido'. "Soy un capitalista de izquierdas. Quiero poder comprarme un Ferrari después de pagar mis impuestos".
Discute esa tópica identificación del heavy con la marginalidad social: “Había gente muy informada en el barrio de Salamanca, fueron los primeros en tener acceso a MTV gracias a las parabólicas”. En su caso, fue decisivo el encuentro con Carlos Pina, cantante de Panzer y luego locutor de Radio 3, que le encaminó hacia AC/DC y Barón Rojo. “Esta música me permite exagerar mi personalidad y disfrutar de las prebendas de sexo y drogas. Ojo, no todos son así: algunos barones terminaban de tocar y se iban al bingo”.
Dice que adquirió protagonismo para llenar un hueco. “Ser líder es cargar piedras en la mochila, pero alguien debe asumirlo si al cantante le da la pájara y se empeña en sabotear una gira. Trabajé con instrumentistas extraordinarios, como Jorge Salán, que sencillamente no tenían madera de frontman. A ver, te cruzas con Loquillo o con Jorge Ilegal por la calle y, aunque no les conozcas, sabes que son estrellas de algo”.
En el tomo, asombra la sinceridad de Txus respecto a su propio repertorio: es minucioso en reconocer los modelos utilizados para sus propios éxitos. “No voy a contar ahora que lo nuestro es original. Hasta había precedentes en lo de mezclar aires celtas con rock duro. Somos la puerta amable para entrar al heavy. Hay textos míos tan bestias que no encajan; para eso tengo mi grupo paralelo, Bürdel King”. Lo explica en términos cinematográficos: “Mägos sería una una película de Spielberg, Bürdel de Tarantino”.
Calibra finamente lo que se puede contar en las letras: “La religión da mucho juego, aunque luego nos veten en la COPE. No somos satanistas pero el diablo siempre funciona. No haría una canción contra los toros: no queremos perder esos pueblos donde se hacen festejos. La política también es un campo minado. Yo crecí con Willy Toledo y me parece suicida lo que está haciendo. Personalmente, soy un capitalista de izquierdas. Quiero poder comprarme un Ferrari después de pagar mis impuestos. Y no necesito un psicoanalista que me diga que ese coche es una extensión del pene: ¡por eso lo quiero!”.
Si la vida te pisa, desenvaina una sonrisa tiene sus silencios: pasa de puntillas por su primer matrimonio, con una musulmana; sí hay una descripción hilarante del desfase en el banquete. Txus asegura que es un libro light. “Arreglo cuentas pendientes pero de forma moderada. Manifiesto desconcierto ante esa gente que sabotea un proyecto. La autobiografía total, solo cuando los médicos me desahucien”.
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