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caso pantoja

La defensa pide absolver a Pantoja por su “enorme capacidad” de ganar dinero

El abogado de la cantante afirma que esta tenía una "enorme capacidad de generar ingresos"

Isabel Pantoja, este martes, a su llegada a los juzgados de Málaga.
Isabel Pantoja, este martes, a su llegada a los juzgados de Málaga.García-Santos (el país)

El juicio con más morbo de los últimos años en Málaga, el que ha sentado en el mismo banquillo al exalcalde de Marbella Julián Muñoz; a su exesposa, Mayte Zaldívar, y a la cantante Isabel Pantoja, quedó ayer visto para sentencia. La defensa de la artista y ex pareja sentimental de Muñoz, acusada de un delito continuado de blanqueo de capitales, pidió este martes que su cliente sea absuelta. El abogado de Pantoja, el penalista madrileño José Ángel Galán, insistió en su informe final en el principal argumento a favor de su inocencia. Según él, durante las 27 jornadas que ha durado la vista oral, ha quedado acreditado que antes de su relación con Muñoz, la tonadillera tenía “una enorme capacidad de generar ingresos” gracias a su actividad artística y empresarial.

El abogado incidió en que la existencia de negocios y el manejo de importantes sumas de dinero no se pueden relacionar directamente con el blanqueo de capitales. Galán intentó justificar de esta manera que las grandes cantidades de dinero en efectivo que manejaba la cantante no procedían de su relación sentimental con el exalcalde de Marbella.

El letrado sostuvo que Pantoja facturó más de 18 millones de euros entre los años 1999 y 2009, es decir, antes y después de su relación sentimental con Julián Muñoz. Detalló que la cantante facturó, entre los años 2003 y 2005 (iniciada ya la relación con el exalcalde), cinco millones de euros por las galas que realizó.

Pantoja se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años y medio de prisión y 3,8 millones de euros de multa por blanqueo de capitales. Galán aseguró que su patrocinada era “una víctima de un juicio paralelo” en los medios de comunicación, y pidió al tribunal “una sentencia absolutoria por falta de pruebas”. El letrado desacreditó los informes policiales y de la Agencia Tributaria que han constituido la base principal de la acusación de la Fiscalía. El defensor calificó de “tendencioso” el informe del perito de Hacienda, al que acusó de investigar solo “en una dirección", buscando “la culpabilidad de la acusada”.

“Lo que nunca se puede llegar a hacer es comparar su comportamiento financiero [el de la artista] con el de un narcotraficante, como hizo ese técnico, porque eso es contribuir a ese juicio mediático, paralelo, que sufre Isabel Pantoja desde 2007 y que busca un titular escandaloso y grosero ese día y al siguiente”, criticó Galán.

El letrado quiso dejar claro que la relación de Isabel Pantoja con Julián Muñoz comenzó después de la compra por parte de la cantante de un apartamento en el hotel Guadalpín de Marbella en febrero de 2003. Según la acusación, este inmueble fue adquirido con fondos de origen ilícito pertenecientes al exregidor marbellí.

Además de las razones de fondo, Galán puso de manifiesto un “defecto procesal”. Según el letrado, no se ha podido someter a contradicción los datos bancarios de las sociedades de la cantante, que sí han sido utilizados en los informes que constan en la causa. Por ello, la defensa considera que estos datos no tienen validez como prueba.

El abogado también defendió la decisión de Pantoja de no someterse al interrogatorio de la fiscal ni del resto de abogados. Añadió que el derecho al silencio de su cliente no comporta “ninguna consecuencia negativa”, ya que las preguntas previstas por las acusaciones quedaron respondidas con las cuestiones realizadas por la defensa.

Tras la intervención del letrado llegó el turno para que los procesados pudieran hacer uso de su derecho a la última palabra. Isabel Pantoja fue lacónica: “Estoy de acuerdo con mi letrado, y muchas gracias a todos”, se limitó a decir la cantante.

Más extensa fue Mayte Zaldívar. La exesposa de Julián Muñoz se volvió a mostrar como una ama de casa que se dedicaba a su familia y no se ocupaba del dinero que llevaba su exmarido a la vivienda conyugal. Zaldívar se declaró inocente. “Nunca tuve noticia de que el dinero procedía de un sitio que no fuera su trabajo”, afirmó. Dirigiéndose al tribunal y en tono más dramático dijo: “En sus manos está mi libertad”. Zaldívar se enfrenta a una petición fiscal de tres años y medio de cárcel y 2,6 millones de euros de multa por blanqueo de capitales.

Entretanto, Julián Muñoz, para quien se piden siete años y medio de prisión y una multa de 7,46 millones de euros por blanqueo y cohecho, prefirió no hacer uso de su derecho y permaneció en silencio en el banquillo de los acusados durante las casi tres horas de la última sesión del juicio.

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