CiU ultima el divorcio local con el PP

El pasado 25 de noviembre el panorama político catalán cambió. Las viejas alianzas ya no servían ante el tono soberanista in crescendo de CiU. ERC se convirtió en el nuevo compañero de viaje y, aunque no aparezca escrito en el acuerdo entre ambos partidos, el líder republicano no ha cesado de pedir al presidente Artur Mas que rompa todos sus pactos con el PP: en la Diputación de Barcelona, en varios ayuntamientos y en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. “Después del pacto con ERC, a nadie se le escapa que los acuerdos con el PP son incompatibles”, apuntan fuentes republicanas.

Oriol Pujol, secretario general de Convergència, anunció en diciembre que abrían un proceso de reflexión sobre sus vínculos con los populares. El PP lamenta este viraje de CiU y asegura que todos los acuerdos funcionan bien. “Es buscar escenarios de confrontación gratuitos”, añaden desde las filas populares. Así está la situación en las diferentes Administraciones.

► Diputación de Barcelona. En esta institución se podría escenificar el primer divorcio entre CiU y PP. Según fuentes de la Administración, se baraja la opción del acuerdo entre CiU y PSC, aunque tampoco se descartaría incorporar a ERC. Socialistas y republicanos se muestran abiertos a sentarse a hablar con los nacionalistas sobre un nuevo escenario. Varias fuentes admiten que ya “se está negociando el acuerdo”. ICV da su visto bueno al cambio, aunque fuera del gobierno provincial. CiU mantiene un silencio infranqueable, pero apuntan que “en poco tiempo se aclarará el escenario”.

►Badalona. Los populares podrían perder en breve esta alcaldía, su gran bastión. Pero no será debido a los aparatos de los partidos, sino por los casos de corrupción que han salpicado al gobierno local, que podrían servir de catalizador para que CiU tomara una decisión. “Estos casos tendrían que acelerar el proceso de reflexión interna para para plantear los mejores escenarios de futuro tanto para CiU como para la ciudad”, apuntan fuentes locales de la federación nacionalista, que puntualizan que si no existieran las irregularidades que salpican al gobierno de Xavier García-Albiol no se estarían planteando un cambio de sillas.

“La situación es insostenible. Todo son mentiras”, dice el PSC de Badalona

“La situación es insostenible. Todo son mentiras. Hay que hacer un cambio de gobierno. El equipo actual se ve superado por los escándalos”, asevera Jordi Sierra, concejal del PSC. Si finalmente se produce un cambio de vara, con toda probabilidad debería ir a manos de los socialistas, la segunda formación más votada. Pero la aritmética hace que la llave de un nuevo pacto la tenga CiU. Los nacionalistas esperan tomar la decisión de impulsar una moción de censura en una o dos semanas.

El acuerdo podría ser tripartito y sumaría a ICV. “Se está hablando ya seriamente. El acuerdo está muy maduro. La necesidad de cambiar el gobierno en Badalona es imperiosa”, asevera Álex Mañas, concejal de ICV.

►Castelldefels. En este municipio del Baix Llobregat la posible ruptura todavía no está tan avanzada. Eso sí, la sección local de CiU ha decidido “abrir un periodo de reflexión” sobre su pacto de gobierno, que permitió dar la vara de alcalde al popular Manuel Reyes (la lista más votada en las elecciones) y dio tres concejalías a los nacionalistas. El plazo que se da CiU podría resolverse manteniendo el statu quo en el Ayuntamiento, pero también podría desembocar en la salida de la formación del gobierno local. Si se diera esta circunstancia, se abriría la puerta a nuevas alianzas para hacer saltar al PP. El PSC ya se ha ofrecido a iniciar conversaciones con la federación nacionalista. “Todavía no ha habido ningún contacto, pero estamos dispuestos a consensuar un programa, llegar a un acuerdo con CiU y retomar antiguas alianzas”, explica Joan Sau, concejal del PSC en Castelledefels. De hecho, socialistas y nacionalistas, junto con ICV, formaron un tripartito que gobernó la ciudad entre 2004 y 2011.

►Reus. El pacto en la capital del Baix Camp, en principio, se salvará de la quema. Es lo que defiende el alcalde, Carles Pellicer (CiU). “Hicimos un acuerdo de gestión y no ideológico, dentro del pacto aceptamos la diversidad y la discrepancia, la ciudad en este momento necesita estabilidad”, acostumbra a defender Pellicer. Sin ERC ni ICV en el Ayuntamiento (no tienen ningún concejal), cualquier alternativa pasa por el PSC, algo que por ahora se ve “inviable”, según el portavoz socialista, Andreu Martín. No obstante, si el pacto entre CiU y PP hiciera aguas, el PSC asegura que no pondría trabas en que los nacionalistas pudieran gobernar en solitario y en minoría.