Un hospital sin radiografías por la noche

El hospital Virgen de la Torre, con 90 camas y situado en Vallecas, ha cerrado el servicio de radiodiagnóstico por la noche. Desde el 1 de enero, si un paciente ingresado necesita de urgencia una radiografía debe ser trasladado al centro más cercano, el hospital Infanta Leonor, también en Vallecas, a unos dos kilómetros. El Virgen de la Torre alega dos motivos para el cierre: que el servicio “venía registrando una bajísima actividad” nocturna y “el actual contexto de eficiencia y austeridad”. Añade que “no va a suponer deterioro alguno de la calidad”.

Este hospital carece de servicio de urgencias, por lo que los pacientes llegan derivados de otros centros. Cuenta con 56 camas de agudos, “sobre todo ancianos”, explica un médico internista; 26 de media estancia (tras una operación de cadera, por ejemplo) y 11 de paliativos. “En cualquier momento se puede necesitar una placa. Si un enfermo tiene un edema agudo de pulmón, por ejemplo. Se hacen pocas, pero el servicio es necesario”, insiste el facultativo. Otra trabajadora del centro se pregunta si alguien se ha molestado en calcular el coste de llamar a una ambulancia para trasladar ida y vuelta a un enfermo “para hacerle una simple radiografía”.

El hospital asegura en un comunicado que el centro realizó solo ocho pruebas diagnósticas por la noche en todo el año 2011. Trabajadores consultados por este diario aseguran que en 2012 se han realizado más de treinta. La plantilla de técnicos de radiodiagnóstico, que era de seis personas antes del 1 de enero, se ha quedado en cuatro. Eran eventuales y no fueron renovados. Al técnico que tenía turno de noche le comunicaron que lo pasaban a la mañana el día 28 de diciembre. El centro ensayó el cierre nocturno de la unidad de radiodiagnóstico durante los tres meses de verano. Entonces la gerencia aseguró que solo era una medida temporal. El sindicato SAS ha criticado el cierre.

Este hospital sufrió en 2012 un recorte del 19% de su presupuesto. El Virgen de la Torre ya se quedó sin laboratorio en 2009. Sanidad decidió cerrarlo después de adjudicar el contrato que privatizaba la gestión de los análisis clínicos de 1,2 millones de madrileños a una UTE que, en noviembre pasado, vendió el 55% de su participación a Unilabs, empresa en la que tenía intereses hasta ayer el exconsejero de Sanidad Juan José Güemes.