La San Silvestre del Rayo Vallecano
La carrera se originó en una cafetería del barrio hace 48 años, fue bautizada a la tercera por un periodista, y suma 40.000 deportistas frente al centenar original
En la Cafetería Bellaluz, calle Monte Igueldo, muy cerca de la parada de metro de Puente de Vallecas. Allí fue donde, en 1964, se gestó la primera San Silvestre, que se disputó durante 2,7 kilómetros con origen y destino en el bulevar Peña Gorbea de ese distrito madrileño. En la cafetería Bellaluz, que pronto tendrá una placa conmemorativa, Antonio Sabugueiro, Carlos Roa y Manolo Fernández acordaron organizar una carrera urbana en vez de campo a través. Sabugueiro, auténtico alma mater de la decana de las San Silvestres españolas, ya tenía una dilatada experiencia organizando competiciones de atletismo: “En 1962 y 1963, ya había tocado todos los deportes. Pero adoraba el atletismo, porque es el más puro de todos. Y me entró la locura”.
La reunión en aquella cafetería se llevó a cabo tras un encuentro rutinario. “Al terminar, entré en Bellaluz con unos chicos que me echaban una mano. Nadie cobraba, pues no había dinero. Era un deporte puramente amateur. Tomando unas cervezas, y medio en broma, lo decidimos”, recuerda Sabugueiro, que destaca que, tras la segunda edición de la prueba, que también se celebró el último domingo del año, ocurrió algo que cambió el devenir de la prueba vallecana: “El periodista José Luis Gilabert presenció la prueba, y al día siguiente escribió en Marca que Madrid ya tenía su San Silvestre. Le llamé al periódico y le pregunté que si no le importaría que tomásemos el nombre para la prueba. Ese fue el motivo por el que la tercera edición, en 1966, se trasladó al último día del año, la festividad de San Silvestre. Y la prueba ya tuvo un carácter nacional”, relata.
El cuarto año, la organización se permitió el lujo de contar con el entonces campeón de 5.000 metros, el tunecino Mohamed Gamudi. Y ese fue también el año en el que la San Silvestre pasó a ser organizada por el Rayo Vallecano: “Fundé las secciones deportivas del Rayo, y el presidente, Pedro Roiz Cossío, me dijo que lo lógico era que la San Silvestre se organizara desde el club. La prueba permaneció muchos años dentro de la disciplina del Rayo. Siempre contó con la colaboración de las peñas, cuyos integrantes se dedicaban a ir por los comercios y los negocios de Vallecas recabando todo tipo de regalos, que se entregaban a los vencedores”.
Según el relato de Sabugueiro, el entonces gobernador civil, Jesús Alamburu Olarán, alarmado por los problemas económicos del Rayo, convenció al presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu, para que cediera unos de sus equipos amateur al conjunto vallecano: “La juventud no se podía quedar sin deporte, y mucho menos con el hambre que se estaba pasando. Y se acordaron de mí”.
La carrera permaneció en el seno del Rayo Vallecano hasta 1984. Las deudas del equipo acabaron entonces —como sucede ahora— con sus escuelas deportivas, y el club se desprendió de la sección de atletismo.
En 1964, el número de atletas no llegaba al centenar; acabaron el recorrido 57. No había Policía Municipal, por lo que los colaboradores de la prueba tenían que convertirse en improvisados guardias de tráfico.
Hoy, la San Silvestre internacional, que cumple sus 48 años como competición de renombre dentro y fuera del país, comenzará a las ocho de la tarde con 40.000 deportistas, 12.000 de ellos mujeres.
El año pasado, dos corredores etíopes, Hagos Gebrhiwet y Tirunesh Dibada, se proclamaron ganadores de una carrera en la que suelen participar grandes estrellas como Carlos Lopes, Ondoro Osoro, Paul Bitok, Martín Fiz, John Brown, Chema Martínez, Benita Johnson o Tadesse Tola.
Los españoles Ayad Lamdassem y Chema Martínez tendrán que enfrentarse este año al etíope Tariku Bekele, hermano del gran Kenenisa, mientras que, entre las corredoras, Marta Domínguez y Natalia Rodríguez competirán ante la keniana Linet Masai y la portuguesa Jessica Augusto.
Consejos del ‘profe’ de gimnasia
Para quien dispute su primera San Silvestre, el principal consejo es que disfrute. Pero si además se estrena en una carrera de 10 kilómetros, conviene tener en cuenta estos consejos:
- Calzado y ropa adecuados. Lo acostumbrado es correr con zapatillas de running tradicionales, en las que el talón esté ligeramente más elevado que la parte delantera del pie. Evite calzados totalmente planos. No es buen día tampoco para estrenar zapatillas. Los calcetines, que se ajusten lo mejor posible al pie para evitar arrugas que puedan generar ampollas dolorosas. Es importante, en cambio, que la ropa no sea muy ajustada para permitir una relativa libertad de movimientos.
- Hidratación. Resulta clave llegar bien hidratado a la carrera. Intente cuidar ese apartado en los días previos y, en especial, las 48 horas anteriores. Beber agua antes, durante y después de correr ayuda a mantener el organismo con un nivel adecuado de hidratación y favorece su funcionamiento. Intente ingerir pequeñas cantidades para el cuerpo las asimile mejor.
- En carrera. Trate de mantener un ritmo uniforme en la medida de sus posibilidades, evitando aceleraciones innecesarias. Cuidado: el público normalmente lleva en volandas e induce a llevar en ocasiones un ritmo superior a las posibilidades.
- Al llegar a la meta. Abríguese lo antes posible: queda una noche muy larga por delante y no es un buen plan empezar el año resfriado. Cuidado sobre todo en la zona de la garganta, para evitar el enfriamiento de las vías respiratorias. Intente hidratarse con las bebidas que le ofrezcan en la meta; preferentemente, sin gas o isotónicas.
Alberto Velasco Rozada es profesor de Educación Física de Secundaria en el colegio Salesianos Atocha de Madrid, y asiduo corredor de la San Silvestre.
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