Amplia incidencia de la huelga de ambulancias
Acuerdo para poner fin al paro del transporte urbano en Vigo

La primera de las tres jornadas de huelga convocada por los trabajadores de las ambulancias privadas tuvo ayer un seguimiento prácticamente total, según admitieron tanto los sindicatos como la patronal del sector. Los servicios mínimos decretados por la Administración se cumplieron sin excepciones y se produjeron algunos incidentes aislados como las ruedas pinchadas a cinco vehículos del 061 o la quema del cuadro eléctrico de una base de Urxencia Sanitarias en A Coruña.
La huelga está convocada por los sindicatos UGT, CIG y CC OO y se prolongará hasta la medianoche de mañana. Las centrales exigen la firma de un convenio autonómico del sector, que la patronal asegura que está dispuesta a negociar. Los empresarios, sin embargo, rechazan de plano conceder una tercera paga extra, como reclaman los representantes de los trabajadores. El presidente de la Federación Gallega de Empresarios de Ambulancias (Fegam), Enrique Blanco, señaló a Europa Press que la jornada de protesta transcurrió con tranquilidad y que solo funcionaron los servicios mínimos. Según los sindicatos, la incidencia fue total excepto en la comarca de A Mariña de Lugo, donde lo cifraron en un 90%. Las centrales, en todo caso, denunciaron que en algunas empresas de Pontevedra y A Coruña no se comunicaron los servicios míonimos, por lo que tuvieron que trabajar todos los empleados.
La Consellería de Sanidade se ha comprometido a hacer “todos los esfuerzos” para garantizar la asistencia. “La defensa de sus intereses particulares \[de los trabajadores\] no debe limitar los derechos de los demás y mucho menos el de la salud, considerado por todos como un bien esencial”, apuntó Sanidade.
Otro conflicto laboral en el sector del transporte, el que afectaba a los autobuses urbanos de Vigo desde hace nueve días, quedó resuelto tras un principio de acuerdo entre los sindicatos y la dirección de Vitrasa, la empresa concesionaria. El paro indefinido quedó en suspenso y los autobuses vuelven a transitar con normalidad desde la pasada medianoche. El acuerdo supone la firma de un nuevo convenio colectivo que conlleva incrementos salariales de 300 euros lineales este año y de 250 para el próximo. Además, los trabajadores tendrán dos descansos semanales y 30 días de vacaciones al margen de los festivos. El pacto se alcanzó con la mediación de la Inspección de Trabajo.
La empresa Vitrasa ha pedido al Ayuntamiento de Vigo autorización para subir 11 céntimos el precio del billete, hasta 1,35 euros, aunque su director general, Juan Carlos Villarino, desvinculó esa solicitud del conflicto laboral. El alcalde vigués, el socialista Abel Caballero, afirmó rotundamente que “no se aumentará la tarifa a los usuarios” pero no descartó que se compense a la empresa incrementando la aportación que por contrato le hace el Ayuntamiento. Caballero explicó que en los últimos días su gobierno había presionado a Vitrasa para que se sentase a negociar.
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