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De libros, teatro y almendros

La actriz Isabel Ordaz, en escena con la obra ‘Lúcido’, disfruta en la intimidad de su hogar Recrea la vida de Goya por el Manzanares y pasea por los barrios más castizos de Madrid

Isabel Ordaz en los camerinos del teatro Valle-Inclán.
Isabel Ordaz en los camerinos del teatro Valle-Inclán.ULY MARTÍN

1. Librería Polifemo. En este lugar he encontrado auténticos tesoros literarios que llevaba mucho tiempo buscando. Tienen un fondo de libros de historia espectacular. En esta librería también se pueden encontrar ejemplares de dos de mis poemarios: Flor de Alientos y Poemas de Palestina (avenida de Bruselas, 44).

2. El tramo Recoletos-Prado. No hay nada mejor que perderse en el paseo de los museos: el Prado, el Thyssen, el CaixaForum, el Jardín Botánico... Suelo visitarlos entre semana, cuando hay menos gente. Acostumbro a ir sin guion: me meto en la primera exposición que me llame la atención y me paso las horas disfrutando del arte en Madrid.

3. El barrio de Chueca. Me encanta pasear por sus calles, tan coloristas y llenas de vida. Sus tiendas me producen mucha ternura porque son locales pequeños, creativos y con mucho ambiente de barrio. El colectivo gay ha revitalizado una zona de Madrid que hace años era un agujero negro. Cada vez que visito Chueca siento ganas de vivir.

Madrileña de Lavapiés

Los padres de Isabel Ordaz (Madrid, 1957), conocida por su papel de la Hierbas en la serie de televisión Aquí no hay quien viva, vendían libros en el Rastro. Ella pasó su infancia y adolescencia en el barrio de Lavapiés.

4. Restaurante The Wok. Mi local preferido de esta cadena de comida asiática es el que se sitúa en la calle de Génova. Además de estar en el centro de Madrid, tiene una terraza maravillosa en la que he disfrutado de grandes sobremesas con mis amigos. Aunque no recuerdo el nombre de ningún plato en especial, sí recomiendo probar el pato y el arroz. ¡Están deliciosos! (calle de Génova, 27).

5. La ribera del Manzanares. Cuando interpreté a madame Colette en Luces de bohemia, dirigida por Lluís Homar, decidí inspirarme en las pinturas negras de Goya y me sumergí en el universo del pintor. Visité la ermita de San Antonio de la Florida, donde se conservan sus frescos. También estuve en la Quinta del Sordo (casa del artista) y paseé por la ribera del río. Antes de irme degusté un pollo asado regado con sidra en Casa Mingo.

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6. Librería Javier Fernández.. Descubrí esta caseta de la cuesta de Moyano hace un par de años. Javier, su dueño, me reconoció rápidamente y en pocas semanas se convirtió en mi mejor consejero literario. El último libro que me recomendó fue A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales (cuesta de Moyano, 28).

7. La Quinta de los Molinos. Es un parque pequeño pero muy hermoso, sobre todo cuando florecen sus almendros. Entre sus árboles sientes que tu cuerpo se traslada a Oriente (Alcalá, 541).

8. Centro Dramático Nacional. Siempre que vengo al Valle-Inclán me invaden los recuerdos; por un lado los de mi niñez en el barrio de Lavapiés, y por el otro las sesiones de cine en el antiguo teatro Olimpia, donde actualmente se encuentra el Centro Dramático. Fue allí donde vi por primera vez la película de Tom Ford El hombre tranquilo.

9. Escultura del Ángel Caído en el Retiro. Cada vez que tengo visita en la capital, llevo a mis amigos al Retiro para que disfruten de esta representación de Lucifer. Me puedo pasar las horas contemplando al pobre ángel.

10. Mi habitación. Es mi refugio, el rincón donde encuentro la quietud que necesito. Tengo dos grandes ventanales por los que asoman las hojas de un par de árboles que me alegran el día desde primera hora.

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