Esquí ‘low cost’ bajo la luna

“No pongas en el reportaje que existe este sitio, porque va a venir mucha gente”. Así se expresaba ayer por la tarde Paco, con una sonrisa en la cara cuando se le pregunta por la estación de esquí nórdico de Navafría (Segovia), a unos 90 kilómetros de Madrid capital. Paco es un amante de la montaña que desde hace más de 20 años practica el esquí de fondo o nórdico en el Valle del Lozoya y otras montañas de la sierra del Guadarrama. “Ahora mismo hay en el aparcamiento unos nueve coches, y eso es un auténtico lujo, porque no hay más de 10 personas”, relata David Iturralde, uno de los propietarios junto con Raúl Gordo de la empresa que explota la estación de esquí de Navafría, que tiene 25 kilómetros de pista. “No es como el resto de estaciones de esquí. Se han aprovechado los caminos ya existentes y no se ha hecho ni una sola obra. Lo único que hacemos nosotros es acondicionar la nieve con unas máquinas que la pisan y la hacen esquiable”, especifica Iturralde, que recuerda que comenzaron en 2007 con ocho kilómetros y que ahora tienen 25; y que el refugio es un viejo caserón de los años 50 que estaba semiderruido. “Somos una estación sostenible, que se alimenta de recursos renovables”, añade Iturralde.

El esquí nórdico es una disciplina de invierno muy poco conocida en España, país en el que se practica más el esquí alpino, por ejemplo en las estaciones de Navacerrada o Valdesquí. Los esquís son más estrechos y las botas son diferentes. “Todo es mucho más barato, por lo que todos son ventajas, pues el forfait cuesta solo nueve euros”, relata Iturralde. Los otros precios de la estación de Navafría son también asequibles, pues un curso de tres horas, incluyendo el alquiler del equipo y el forfait, cuesta 50 euros. El alquiler y un curso para caminar con raquetas de nieve valen 19 euros. Precios muy competitivos en comparación con otras estaciones del entorno.

“Somos sostenibles, nos alimentamos de recursos renovables”, dice un responsable

El entorno, tal y como explican en Navafría, es inmejorable: “Dentro del Parque Nacional Cumbres del Guadarrama. No tiene nada que ver con Navacerrada, aquí se pueden ver lobos, buitres negros, jabalíes, corzos...”, cuenta un asiduo. ¿El único inconveniente? Navafría, al ser una estación ecológica, no incorpora cañones de nieve, por lo que el cielo decide cuándo se abre o no. “El año pasado abrimos 43 días. Pero normalmente lo hacemos una media de 80. Ayer no estaba abierta, pero sí la pudieron disfrutar los niños de la asociación Montaventura”, dice un responsable.

Entre las actividades que organiza la estación destacan los paseos bajo la luna llena. “Hay mucha luz y no necesitas ni un frontal para ver. Es impresionante. Puedes llegar a ver los autillos y los búhos mientras esquías. Hay grupos de hasta 100 personas”, relata Iturralde, que destaca que las pistas de Navafría ya se están dando a conocer en toda España. Prueba de ello es que en febrero será una de las sedes del campeonato de España de esquí nórdico.

Además, la estación ha puesto un servicio de autobús desde Lozoya para todos los que no quieran subir conduciendo hasta los 1.773 metros de altitud del puerto de Navafría, en la frontera entre Madrid y Segovia. “No hemos querido construir un aparcamiento, por lo que el servicio de autobús sube y baja cada hora. Nos olvidamos del coche y del aparcamiento”, apunta el promotor de la estación, que espera que para este puente puedan abrir. La estación que seguro abrirá es Navacerrada, que pondrá en marcha sus cañones de nieve, que permitirán que todos los amantes del esquí practiquen su deporte desde el 6 de diciembre.