El fiscal descarta que los petardos causaran la avalancha
Acompañaron al juez Fiscalía, Policía Científica y la Brigada de Homicidios También estaban tres policías que acudieron a la fiesta fuera de servicio
Eduardo López Palop, el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid que investiga las cuatro muertes en la macrofiesta del Madrid Arena, ha llevado a cabo esta mañana durante dos horas una inspección ocular del recinto municipal, que permanece cerrado desde el día 1 a petición del juez. Acompañado de unas 30 personas, el juez ha entrado en el recinto pasadas las diez de la mañana para reconstruir lo que pasó y recoger vestigios que puedan servir para la investigación.
Formaban el grupo el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, representantes del Ministerio Fiscal, la Policía Científica y miembros de la Brigada de Homicidios que se encarga de la investigación de los hechos, así como de tres agentes, dos policías nacionales y un policía municipal, que la noche del suceso se encontraban en el recinto, fuera de servicio y de fiesta.
En la inspección se han examinado las entradas y salidas del pabellón, así como el pasillo donde se produjo la avalancha de personas. "Hemos visto in situ cómo estaban localizadas las salidas", ha dicho el fiscal superior. "Todas las puertas estaban abiertas, salvo unas de unos vestuarios y la de los intérpretes. Pero no sabemos cómo estaban esa noche. No parece que estuvieran cerradas", ha destacado, lo que refuerza la tesis de que pudieron colarse decenas de personas. Además, ha relatado que los policías que asistieron a la fiesta han aportado su versión de los hechos lo que, a juicio de Moix, ofrece un testimonio "más claro".
Estos agentes sostienen que hubo gente que tiró petardos y no bengalas pero, según Moix, parece que estos no provocaron la avalancha humana que acabó con la vida de las cuatro chicas y dejó a una quinta herida grave. Respecto al aforo, el fiscal superior ha señalado que se quiere cuantificar el número de personas que acudieron al evento a través del visionado de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad. El magistrado ha requerido a la Policía Científica que haga una simulación mediante ordenador para establecer las personas que caben en el Pabellón Madrid Arena y las que realmente había.
Mientras el juez y el fiscal entraban en el pabellón, algunos curiosos acudieron a las inmediaciones, en el que había muchos periodistas. Entre las personas congregadas en esta zona de la Casa de Campo, unos empleados municipales aseguraban, citando a sus compañeros, que durante el concierto de Halloween celebrado en el Madrid Arena muchos jóvenes saltaron la valla. Y para lograr este objetivo utilizaron varios árboles e incluso una farola. Todavía esta mañana se puede ver una piedra colocada de forma vertical, que según estos empleados municipales se utilizó como trampolín para superar la valla, que es de unos tres metros de altura. Siempre según esta versión, también se pudo ver a jóvenes que accedieron al recinto de manera ilegal desde el tejado del pabellón denominado La Pipa.
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