Encierro de empleadas de Alfageme contra corruptelas en la subasta
Las trabajadoras piden a la fiscalía que abra una investigación sobre el proceso
El proceso de adjudicación del grupo conservero Alfageme se ha convertido en un calvario para la plantilla. Ayer, medio centenar de trabajadoras iniciaron un encierro indefinido ante la factoría de Ribadumia (Pontevedra) para exigir al Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), dependiente de la Xunta, información sobre la venta de las tres fábricas.
Rodeando varias hogueras para caldear la noche, el colectivo decidió recurrir a esta medida de presión después de recibir la llamada de los administradores concursales para anunciarles que entre hoy y mañana se venderá la nave mientras las marcas (Alfageme y Miau) serán subastadas el 18 de diciembre.
La portavoz sindical de las trabajadoras, Rosa Abuín, del sindicato CIG, dijo que el encierro se produce porque ya no cree “en la Xunta”, refiriéndose a las gestiones que ha realizado el Igape, el instituto autonómico al que acusan de no facilitarles apenas información. Según Abuín, nadie sabe cuándo se va a adjudicar la empresa, ni siquiera los administradores concursales. “Queremos conocer cómo va el proceso de adjudicación porque nos están ocultando cuestiones importantes por intereses económicos”, apuntó la representante legal de las trabajadoras. El sindicato CGT confirmó que varios de sus representantes se reunirán hoy con el fiscal jefe de la Fiscalía Superior de Galicia, Carlos Varela, para informarle de los indicios que existen sobre la existencia de un posible delito de corrupción en el proceso de adjudicación de Alfageme.
“Estamos convencidos de que hay empresas presionando para que no adjudiquen al Consorcio y, como hay cosas que ocultar, quieren que el grupo salga a subasta con absoluta falta de transparencia”, indicó Rosa Abuín. “Estamos cansados de sus burlas y promesas. El viernes acabó el plazo dado a Pescamar para modificar su propuesta de compra y ayer tendrían que haberlo hecho”, añadió.
Es el segundo encierro que protagonizan las trabajadoras de la conservera gallega. El pasado 8 de noviembre lo hicieron en el edificio administrativo de la Xunta en Pontevedra exigiendo igualmente transparencia al Igape en la resolución del concurso de adjudicación de las fábricas de Ribadumia, Vilaxoán y de la marca Miau. Los sindicatos y las trabajadoras no se explican por qué, tras abonar los avales concedidos a la conservera, el proceso abierto por la Xunta sufre dilación tras dilación.
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