La memoria pendiente en tiempo de paz

El consenso sobre la memoria se le resiste a Euskadi. La incapacidad manifiesta para celebrar en el Parlamento vasco un recuerdo a las víctimas de la violencia desnuda la tarea pendiente. Con todo, el resto de las instituciones aprovecharon el Día de la Memoria para apelar, desde diferentes posiciones, a la convivencia, la paz y la libertad. Fue una jornada donde sobrevoló la tragedia del suicidio de Barakaldo en cada una de las ofrendas florales y de los intencionados discursos institucionales.

Cuando se trata de honrar a las víctimas del terrorismo, los ojos políticos miran, como ayer, a la izquierda abertzale. Ninguno de sus representantes se salió del guión previsto al hablar de las víctimas. Lohitzune Txarola, presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, recordó que “para poder llegar a una memoria global y a una paz, lo primero que hay que hacer es reconocer a todas las víctimas del conflicto”, insistió.

En este acto todos los grupos forales estuvieron presentes. Se le echó en falta al diputado general, Martin Garitano, pero se encontraba fuera de la ciudad. Además, la falta de acuerdo político para organizar un acto en la Cámara de Vitoria permitió sin más justificación a los principales representantes de EH Bildu acudir a la manifestación nacionalista en Bayona de apoyo a los derechos de los presos de ETA.

Pero su presencia en esta movilización propició que el lehendakari en funciones, Patxi López, advirtiera de las dos barajas con las que juega la coalición abertzale. “Mientras con una mano hace tímidos gestos de reconocimiento a las víctimas, con la otra sigue acariciando la espalda de los victimarios”, dijo en su discurso para conmemorar el único día del calendario en el que no se ha registrado un atentado terrorista. “Nos negamos a que se olvide, como si nada hubiera pasado, el ataque permanente que una parte de la sociedad vasca sufrió a manos de una banda terrorista, con el aplauso complaciente de un sector importante de la ciudadanía”, subrayó López antes de reclamar que “nadie puede puede pretender hacer una raya con el pasado cubriendo con un manto de absolución sus propias responsabilidades”.

En Gipuzkoa, Bildu pide reconocer a “todas las víctimas del conflicto”

En el día de ayer, Laura Mintegi, candidata a lehendakari de EH Bildu, prefirió lamentar la “dispersión” de presos durante su asistencia al acto de Bayona, en el que se recordó con fotografías a presos de ETA encarcelados y de manera especial a Aurore Martin y se criticó la actual política penitenciaria de Francia y España.

Con anterioridad, en un comunicado, EH Bildu había subrayado que las víctimas de “todas las violencias” deben ser “reconocidas y reparadas”, por lo que ha pedido que no se "clasiiquen” y se adopten “medidas de todo tipo, también políticas”, para “reparar el dolor causado”. Asimismo, ha defendido que “la consecución de una sociedad justa y pacífica será el verdadero testimonio y la verdadera garantía para la memoria” de las víctimas.

En el resto de actos institucionales, quizá en Bilbao, a donde acudió el futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, se detectó el mayor peso político entre las intervenciones escuchadas. De entrada, el alcalde de la capital vizcaína, Iñaki Azkuna, apeló a “recordar siempre” a las víctimas y “escribir la historia sin trampas”. Lo dijo delante de representantes de las instituciones vizcaínos como José Luis Bilbao y Juan Luis Ibarra (TSJPV), de miembros de todos los partidos y de ciudadanos, entre ellos los padres de Iñigo Cabacas, el seguidor del Athletic fallecido el pasado mes de abril en una acción de la Ertzaintza tras un partido de fútbol europeo en San Mamés.

Azkuna no se olvidó de ningún grupo de víctimas al preguntarse “para qué tanta muerte, miedo y desolación durante 40 años” y en una mirada hacia el futuro suspiró para “no olvidar a los que fueron masacrados y a sus familias, ni la angustia a la que sumieron a la sociedad”.

En Vitoria, finalmente, las Juntas Generales y Diputación de Álava y el ayuntamiento de la capital realizaron una ofrenda floral antes el monumento de Agustín Ibarrola. En la declaración institucional se realizó una nítida llamada a no dejar caer en el olvido a “las personas cuya vida arrebató la violencia irracional”.