Cárcel a tres estafadores por timar al dueño de un lupanar con falsos cuadros

La Audiencia de Alicante ha condenado con tres años y medio de prisión a tres hombres que estafaron 400.000 euros al dueño de un club de ocio nocturno a través de una operación de compraventa de obras pictóricas, una de ellas un falso Zurbarán.

En la sentencia dada a conocer este lunes, los magistrados obligan a los tres procesado a devolver el dinero defraudado y a pagar una multa cada uno de ellos de 3.240 euros. Los hechos se remontan a 2007 cuando el propietario del club conoció a los acusados en un salón de antigüedades que éstos habían organizado en un hotel canario.

Al comprobar que el ahora perjudicado tenía un elevado poder adquisitivo -éste realizó algunas compras- y tras agasajarle con regalos, le convencieron de lo "sencillo" que era ganar el dinero con operaciones de compraventa de antigüedades, según queda reflejado en la sentencia. De hecho, uno los acusados convenció al empresario alicantino a que le ayudara para que un supuesto millonario de Granada -otro de los procesados- les vendiera unos cuadros, al parecer porque "no quería venderlos directamnte" al primer acusado por un problema de negocios que tuvieron en el pasado.

Posteriormente, se celebró una reunión en Madrid a la que acudió el perjudicado y los ahora procesados -los dos enlaces iniciales y el falso millonario-, y durante la cual mostraron unas fotografías de los cuadros pretendidos. Según afirmaron, y así viene incluido como hechos probados en la sentencia, una de las obras era de "Zurbarán" y su precio rondaba los dos millones de euros.

Cerrada la "fingida negociación", se acordó la venta de los cuadros por un precio de 950.000 euros. Sin embargo, uno de los procesados convenció al propietario del club de que dichos cuadros realmente los quería comprar él porque ya los tenía a su vez vendidos a un tercero por 1.300.000 euros, por lo que el beneficio de la operación se fijaba en 350.000 euros.

Para ello, pidió al perjudicado que le prestara 400.000 euros, dejándole en garantía los cuadros en su poder, y que el resto -550.000 euros- se lo daría al millonario granadino, a la postre "compinche" de éste. Días después, dos de los acusados y un tercera persona acudieron a club para depositar los cuadros, todos ellos embalados, a la vez que recibieron del empresario alicantino los 400.000 euros pactados.

Al no tener noticias de estas personas ni conocer la fecha de la supuesta recogida de los cuadros para la venta a un tercero, la víctima desembaló los cuadros y comprobó que "eran distintos" a los que le habían mostrado en las fotografías, mal conservados y cuyo valor, según la prueba pericial, era de 36.800 euros.