_
_
_
_
_

El FROB acusa a López Abad de lucrarse de la CAM

La querella apunta que utilizó varias compraventas para una “transferencia de fondos no justificada"

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha acusado al exdirector general de Caja Mediterráneo (CAM), Roberto López Abad, y al exresponsable de proyectos inmobiliarios, Daniel Gil, de “obtener un lucro personal” con cinco operaciones realizadas con una de las participadas de la entidad, la empresa Valfensal.

En una querella presentada en la Audiencia Nacional, el FROB, en nombre de la caja alicantina, asegura que se utilizó la compraventa de tres hoteles y la adquisición de dos parcelas en República Dominicana y México como “pantalla” para una “transferencia de fondos no justificada” desde la CAM hacia Valfensal.

Valfensal está participada en un 70% por dos empresarios alicantinos muy vinculados a López Abad y en un 30% por la filial de la caja Tenedora de Inversiones y Participaciones (TI), que fue utilizada por el exdirector general y Daniel Gil como “una zona opaca de gestión al margen de los mecanismos habituales de la CAM”.

La querella, firmada por el abogado Carlos Gómez-Jara, designado por el FROB para representar a la entidad alicantina, imputa a los exdirectivos y a los propietarios mayoritarios de Valfensal los supuestos delitos de administración desleal, apropiación indebida, falsedad documental, blanqueo de capitales y delito fiscal. Esa querella se ha conocido ahora tras dejar de ser secreta una de las piezas separadas dentro de la investigación de la Audiencia Nacional sobre la CAM.

La querella afirma que López Abad y Gil gestionaron directamente las transacciones con Valfensal hasta tal punto que “dejaron al margen a los responsables en TI y en CAM, que desconocen operaciones que deberían ingresar en su ámbito de competencia”. Además, sostiene que silenciaron o neutralizaron las dudas que surgieron gracias a “la invocación de la autoridad del director general de la CAM”

Según la denuncia, López Abad y Gil llegaron supuestamente a presionar a los auditores de TI para que no formularan salvedad alguna cuando plantearon la falta de transparencia fiscal de Valfensal, que tenía sociedades en diversos paraísos fiscales. La querella concluye que las operaciones analizadas resultan “incomprensibles en términos de una gestión ordinaria” y apunta que “adquieren pleno sentido” si se las concibe como actuaciones para el lucro personal de López Abad y Gil.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

 

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_