“El mejor portero de la historia”

Luis Amado ha sido en los últimos 14 años el portero de la selección española de fútbol sala. Nacido en Madrid en 1976, a los dos días sus padres se trasladaron a Arganda del Rey, ciudad en la que se inició en el deporte que le ha consagrado como “el mejor portero de la historia del fútbol sala”, tal y como lo definió recientemente José Ruiz, uno de sus compañeros de la selección, pero también rival en la Liga, pues forma parte del histórico ElPozo de Murcia.

 El pasado miércoles Amado se despidió del equipo nacional con una victoria. Fue ante Costa Rica, en un partido disputado en Arganda, cuyos vecinos se volcaron con este deportista, que seguirá jugando en el Inter Movistar, club en el que lleva 12 temporadas. “Cuando dices Luis Amado no hay mucho más que hablar. Cualquier aficionado al fútbol sala sabe quién es. Para mí el mejor portero de la historia del fútbol sala y es difícil que otro portero iguale su palmarés. Los que hemos podido compartir vestuario con él nos hemos dado cuenta del peso que tiene y la seguridad que transmite cuando juegas con él”, dijo José Ruiz al finalizar el encuentro contra el país centroamericano, quien confirmó que la retirada de Amado era una gran pérdida “para la selección”.

Pero Amado no abandona el deporte en activo. Tratará de seguir engrosando su palmarés, uno de los más amplios del fútbol sala, pero desde las filas del todopoderoso Inter Movistar. “La edad de 36 años para un portero no es insalvable”, afirma. “Todo depende de cómo te cuides. Yo estoy muy bien, entreno mucho y me cuido. Aunque la mayoría de los goles que se paran es porque el portero está bien colocado”, explica Amado, que considera que los porteros son muchas veces los jugadores mejor preparados física y psicológicamente: “Es evidente que no somos un jugador más”.

Desde que debutó con la selección el 24 de enero de 1998 ante un combinado universitario portugués en Oporto (3-12), Amado ha defendido la camiseta española en 179 ocasiones. Y ha ganado los Mundiales de Guatemala (2000) y Taiwán (2004). También logró la victoria en cinco Eurocopas (Rusia 2001, República Checa 2005, Portugal 2008, Hungría 2010 y Croacia 2012). “Es difícil tomar la decisión de retirarse antes de un campeonato. Lo he notificado antes de ir al Mundial, pero ya lo tenía muy pensado. Era el momento ideal para decir adiós a la selección, quería despedirme habiendo ganado”, relata.

La relación de Amado con el deporte que le ha dado la fama se produce casi por casualidad. “Jugaba al fútbol y también practicaba el kárate y baloncesto. Pero al final me concentré en el fútbol, pero casi no jugaba en el equipo de Arganda... Con 14 años me llamaron de un equipo de fútbol sala de unos amigos. Yo por entonces estaba cursando un módulo de automoción de Formación Profesional, porque mi padre tenía una empresa de recambios de automóviles. Me iba a servir para trabajar con él. Pero en dos años fiché por el Caja Segovia, y ahí empezó todo”. Desde entonces ha completado una gran carrera deportiva, que llegó a su punto álgido al fichar por el Interviú, el antecesor del actual Inter Movistar, con el que ha logrado varias Ligas.

Pero los dos títulos que Amado recuerda con mayor nitidez son los Mundiales. En el primero comenzó jugando y acabó lesionado. “Me rompí un dedo y no pude jugar los últimos tres partidos. En la final ganamos 4-3 a Brasil, que entonces era considerado como invencible. Fue toda una hazaña”, recuerda. Cuatro años después, en Taiwán, tuvo mayor protagonismo, pues su compañero en la portería se lesionó. “También tuvimos la baja de Daniel Ibáñez. Pero nos sobrepusimos y nos alzamos con el campeonato”, explica. A Amado le gustaría que le recordaran, dice, como uno más de “una gran generación de futbolistas”. Eso lo tiene fácil.