La Junta se enreda con la huelga
Los socialistas criticaron duramente antaño a IU por apoyar el paro general
La convocatoria de huelga general por parte de UGT y Comisiones Obreras ha puesto frente al espejo a los socialistas andaluces, en una especie de sí quiero, pero no puedo o debo. La consejera de la Presidencia, Susana Díaz, matizó ayer las declaraciones del día anterior del portavoz del Ejecutivo andaluz, Miguel Ángel Vázquez, quien aseguró que “no tenía sentido” que el Gobierno tuviera “agenda institucional” el 14 de noviembre.
Aún quedan muchas jornadas para saber qué harán o no los consejeros, pero es seguro que los tres de Izquierda Unida —el vicepresidente, Diego Valderas, Rafael Rodríguez (Turismo) y Elena Cortés (Fomento y Vivienda)— la secundarán, anunció el coordinador de IU. Y en caso de que haya pleno del Parlamento ya han comunicado que no irán por “motivos inexcusables” de agenda.
“El Gobierno continuará con su actividad, pero con la sensatez propia de que no es el día más adecuado para acudir a una empresa donde los trabajadores estén manifestando su derecho a la huelga”, dijo Díaz en lo que muchos interpretaron una rectificación en toda regla al portavoz. Pero lo cierto es que en los dos últimos paros convocados —uno contra el Gobierno del PP y otro contra el del PSOE—, la agenda institucional de la Junta de Andalucía estuvo bajo mínimos y sin ningún acto público destacable.
Los sindicatos convocaron huelga general el 29 de marzo pasado contra el Gobierno del popular Mariano Rajoy y ese día la Junta no tuvo ninguna actividad programada. Cierto es que, entonces, el Gobierno andaluz estaba en funciones, ya que cuatro días antes se habían celebrado elecciones autonómicas.
En la huelga general del 29 de septiembre de 2010, contra las medidas del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo andaluz tampoco tuvo agenda propia, algo relativamente normal porque ese día se celebró pleno del Parlamento. En esa sesión, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, expresó de manera clara su rechazo a que los diputados de la Cámara se sumasen a la huelga: el Parlamento, dijo en las preguntas de control, “nunca hace huelga porque la democracia no se va de vacaciones ni se paraliza ni se suspende”.
También el entonces portavoz parlamentario del PSOE y actual número dos de la ejecutiva regional, Mario Jiménez, rechazó que los diputados se sumaran al paro. “La labor parlamentaria consiste en estar hoy aquí produciendo iniciativas que sean beneficiosas para los trabajadores de la comunidad”, dijo entonces. Respecto a sus ahora coaligados, Jiménez acusó a IU de “suplantar” a los sindicatos, de “haber perdido el rumbo”, de tener planteamientos radicales y de intentar “manipular en beneficio propio” la huelga general.
El día 14 de noviembre, miércoles, está previsto el primero de los dos días del pleno Parlamento andaluz, una fecha que tiene que ratificar la Junta de Portavoces donde PSOE e IU suman mayoría. El presidente de la Cámara, el socialista Manuel Gracia, se escudó ayer en esta formalidad para evitar dar una opinión sobre el cambio de fechas. Desde IU, se apuesta por retrasar la sesión y celebrarla el jueves y viernes. Los diputados de este grupo se descontarán de su salario el importe por secundar el paro y lo entregarán a un banco de alimentos, según afirmó su portavoz, José Antonio Castro.
A raíz de las palabras del portavoz, el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, criticó “el apoyo explícito” de la Junta a la huelga, mientras que el presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, reprochó a Griñán que “por intereses de partido” consienta cambiar la fecha del pleno.
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