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Vázquez asume la responsabilidad por la derrota sin aclarar si dimite

El PSdeG pierde casi la mitad de los votos obtenidos en los comicios de 2009

Pachi Vázquez, con su esposa, María José Pérez, anoche en la sede del PSdeG-PSOE.
Pachi Vázquez, con su esposa, María José Pérez, anoche en la sede del PSdeG-PSOE.OSCAR CORRAL

No había llegado el recuento al 70% cuando el candidato a la presidencia de la Xunta por el PSdeG, Pachi Vázquez, reconocía la “amplia mayoría” del PP y asumía la responsabilidad de la derrota. De los 25 diputados de la pasada legislatura pasa a 18, tras perder en torno al 33% de sus apoyos. La caída se daba por descontada, pero no de semejantes dimensiones. En todo caso, la esperanza de los socialistas se basaba en la pérdida de la mayoría absoluta de Feijóo, que progresó de 38 a 41 escaños. “Se abre un escenario de profunda reflexión a través de los órganos del partido en las próximas fechas”, adelantó el también secretario general de los socialistas gallegos.

El PSdeG se ha dejado en estas elecciones prácticamente la mitad de sus votantes de 2009. De casi 525.000 apoyos baja a poco más de 289.000, con el 98% escrutado. Tres de cada diez votantes optaron por el PSdeG en las elecciones en las que el bipartito fue apeado del Gobierno gallego por un solo diputado. En esta ocasión, apenas lo hicieron dos de cada diez. Del 31,02% de apoyos, al 20,5%. La mayor caída se produjo en la provincia de A Coruña, donde pasa de ocho a cinco escaños. Pierde un diputado en Lugo y otro en Ourense, hasta quedarse con cuatro en cada provincia. En Pontevedra se deja dos de los siete que tenía.

Vázquez no aclaró si presentará su renuncia, una decisión que consideró que no debe ser personal, sino “colectiva”, con lo que insinúa la posibilidad de poner su cargo a disposición del comité nacional del partido. Pero, de momento, solo lo sugiere. “La responsabilidad consiste en estar a las duras y a las maduras”, matizó. En todo caso, no quiso adelantar acontecimientos. La ejecutiva del partido se reunirá hoy para analizar los resultados y para convocar un comité nacional “en los próximos días”, en el que previsiblemente se debata la continuidad de Vázquez, que afirmó que asume el resultado “con total serenidad”. “Con la que me da la sensación de hacer lo que creía que había que hacer”, relató.

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El ambiente en la sede socialista era de pesimismo desde que se cerraron los colegios. Los dirigentes del partido le dieron credibilidad a las encuestas, tanto a las publicadas durante la campaña como a las que se dieron a conocer a las 20.00 horas de ayer. Apenas dos horas más tarde, Vázquez compareció arropado por los cabezas de lista, el secretario de Organización, Pablo García, el exvicesecretario socialista José Blanco y los miembros de la ejecutiva federal Gaspar Zarrías y Antonio Hernando. Con cara de circunstancias evitó la autocrítica, aunque admitió la derrota sin paliativos. Adelantó que a partir de ahora, el partido trabajará “donde lo han puesto los ciudadanos”.

La debacle, que sitúa al PSdeG en márgenes similares a los de sus cruentas crisis de los años noventa, complica el futuro político de Vázquez, pero las dimensiones de la derrota impiden vislumbrar alternativa a corto plazo para tomar las riendas del partido. Sus principales críticos han quedado fuera del Parlamento, y muy desgastados por la larga batalla interna que precedió a las elecciones, mientras que el exministro Francisco Caamaño, a quien el adelanto electoral privó de medirse con Vázquez en unas primarias, concentra como cabeza de lista de A Coruña la pérdida de tres de los siete diputados que han cedido los socialistas.

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