Patxi López introduce en campaña el debate sobre la reforma de la LTH

En Euskadi, con la Ley de Territorios Históricos (LTH) no se juega. Es el nervio que articula desde 1983 un modelo de organización político-administrativa hasta el punto de que en sus tres décadas de existencia los debates sobre su posible adaptación siempre se han realizado en silencio o bajo el pretexto de analizar el efecto de las duplicidades en el entramado institucional del País Vasco. Ahora, en la recta final de la campaña electoral, el propio lehendakari, Patxi López, plantea la conveniencia de reformar la LTH con el propósito de obtener un ahorro de 400 millones de euros.

Con su propuesta, el candidato socialista a su reelección busca el cuerpo a cuerpo con el PNV. López sabe perfectamente que los nacionalistas no encuentran motivo para adaptar esta ley. El PSE-EE entiende que esta posición del PNV obedece a la pretensión de “defender su parcela de poder”, como se escuchó ayer en un encuentro de López con siete alcaldes socialistas, Isabel Celaá y Jesús Eguiguren.

Esta incitación al debate llega en el arranque de una semana condicionada por el elevado índice de indecisos que reflejan las encuestas. La existencia de al menos 23 escaños sin asignación concreta alienta, de entrada, la propensión a ensanchar las diferencias sobre las cuestiones nucleares de estas elecciones. Así, la acción-reacción en temas relativos a la independencia y sus derivadas, la articulación del país, la reforma fiscal o la salida de la crisis y sus actuales efectos determinarán los mensajes entre partidos.

La pelea por los indecisos alienta las diferencias sobre temas clave

Para los socialistas, se antoja imprescindible trasladar a la sociedad vasca que ha llegado el momento de que el PNV no pueda entender el País Vasco como “suyo”. Según el candidato socialista, el sistema institucional vasco fue construido por el PNV “a su medida” y las diferencias entre las Diputaciones “siempre se resolvían en Sabin Etxea”, sede de este partido nacionalista.

Bajo esa línea argumental, López pretende proyectar una imagen de gestor que cuestione la capacidad atribuida tradicionalmente a los jeltzales. En ese empeño, el lehendakari contrapuso ayer su idea de ahorrar 1.000 millones de euros y así afear la idea anunciada por Iñigo Urkullu, candidato del PNV, de aplicar un recorte de esa magnitud en el caso de que forme Gobierno.

Para ello, el PSE se propone ahorrar 400 millones “reorganizando el entramado institucional y siendo razonables con el reparto de competencias”, mientras los 600 restantes se conseguirían, dice, con un plan de lucha contra el fraude. El punto de partida sería la reforma de la TH porque López entiende que “ha llegado la hora” a pesar de que sea “un enorme tabú que pone los pelos de punta al PNV”. Como ejemplo, recurre a la existencia de 250 agencias o empresas públicas que en Euskadi se dedican al emprendimiento.