El chófer de Guerrero queda en libertad para evitar “agravios”
La Audiencia rechaza la petición de la Fiscalía, que solicitó que le reclamaran 75.000 euros
Juan Francisco Trujillo, exchófer del antiguo director de Trabajo andaluz Javier Guerrero, abandonó este lunes la cárcel después de que la Audiencia de Sevilla decretara su libertad sin fianza al estimar que no existe riesgo de fuga. Tras esta decisión judicial, Guerrero es el único de los 60 imputados que permanece encarcelado de manera provisional por el caso de los ERE fraudulentos que instruye la juez Mercedes Alaya. La Audiencia ha corregido en cascada todas las decisiones de Alaya para imponer prisión incondicional a los principales acusados.
El exchófer acaparó los titulares al ingresar en prisión la pasada primavera porque relató un abusivo consumo de cocaína junto a su jefe pagado con fondos públicos. Trujillo declaró que ambos consumieron una cantidad inasumible por un gasto que cifró en 25.000 euros al mes durante tres años. Además, aseguró que recogió sobres con billetes que le entregó a Guerrero. Su declaración resultó insólita porque acudió a los juzgados acusado de 11 delitos y salió camino de la cárcel imputado de 22 delitos, entre ellos cohecho y falsedad. En el testimonio, sus frases sonaban a confesiones porque denotaban un delito tras otro sin que su abogado interviniera ni le frenara, para sorpresa del resto de letrados presentes en la declaración.
Ahora, siete meses después, la Audiencia ha corregido la decisión de la magistrada, que en un principio decretó prisión incondicional, al imponer a Trujillo una fianza de 150.000 euros, cifra más tarde reducida por la propia Alaya hasta 75.000 euros. Pero el antiguo conductor tampoco ha podido reunir dicha cantidad. “Cabe apreciar cierto agravio comparativo entre la situación personal del Sr. Trujillo y la de otros imputados”, subraya el auto de la Audiencia. Los magistrados destacan que hay otros empresarios en la causa que permanecen en libertad y recibieron ayudas directas “presuntamente ilícitas por cuantías similares o incluso superiores” a las que recibió Trujillo. Este recibió los fondos públicos (1,3 millones) a través de dos subvenciones directas a sus empresas autorizadas por su exjefe Guerrero.
Trujillo abandonó la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla) este lunes a las 18.00 “visiblemente nervioso” y esquivó la presencia de los periodistas mientras esperaba a que un taxi le recogiera, informó Efe.
Trujillo alegó que no podía abonar la fianza de 75.000 euros al carecer de patrimonio. Y la Audiencia así lo cree: “Cabe presumir que dichas cantidades (150.000 y 75.000 euros) resultan inasequibles para el imputado”. Los magistrados subrayan que no ha sido posible determinar el patrimonio exacto de Trujillo y le impone que acuda al juzgado dos veces en semana y le sea retirado el pasaporte.
En su resolución anterior, la Audiencia subrayó el arraigo familiar del exchófer (está casado y tiene dos hijos de 13 y 20 años) y su colaboración con la justicia. Hasta su encarcelamiento este había acudido a todas las citaciones judiciales y policiales que había tenido, “ofreciendo desde el inicio una actitud colaboradora”.
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