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El PSC ficha al economista Maurici Lucena de número dos

Geli pierde la batalla en Girona y el sector catalanista se diluye en la lista

Maurici Lucena.
Maurici Lucena.SAMUEL SÁNCHEZ

En medio de una gran tensión interna, el Partit dels Socialistes (PSC) cerró anoche sus listas para concurrir a las elecciones del 25 de noviembre, en las que destaca el fichaje del economista Maurici Lucena para el segundo puesto de la candidatura por Barcelona, así como el arrinconamiento del sector más catalanista del partido. El candidato socialista y primer secretario, Pere Navarro, ha optado por renovar la lista en una operación que ha desembocado en importantes bajas. Entre las víctimas más destacadas de este proceso figuran miembros del sector catalanista, como la exconsejera Marina Geli, que no encabezará la lista por Girona pese a haber sido propuesta por la mayor parte de las agrupaciones locales. Geli ocupara el segundo puesto.

El fichaje de Lucena ha sido una de las sorpresas de la la candidatura. Economista de formación, Lucena es poco conocido entre la militancia del PSC porque buena parte de su trayectoria pública la ha desarrollado en Madrid, concretamente en los ministerios de Industria y Defensa cuando José Montilla y Carme Chacón dirigían estos organismos. Lucena fue vicepresidente ejecutivo de Ingeniería de Sistema para la Defensa de España, vinculada al Ministerio de Defensa. También fue presidente del Consejo de la Agencia Espacial Europea. Su trayectoria profesional, sin embargo, comenzó en la universidad, como ayudante de investigación del hoy consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.

Con el fichaje de Lucena, de 36 años, la dirección del Partit dels Socialistes ha querido lanzar un mensaje de renovación que impregna buena parte de la lista. Como número tres se incorporará la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon. La seguirá Joan Ignasi Elena, exalcalde de Vilanova y rival de Pere Navarro en el último congreso del PSC. La diputada Rocío Martínez-Sampere ocupará el número 5 de la lista. También en puestos de elección segura se encuentran el secretario de organización del PSC, Daniel Fernández; el portavoz, Jaume Collboni, y los ya diputados Miquel Iceta y Eva Granados. Los socialistas también incorporan en la lista de Barcelona a la exconcejal de Mataró Alicia Romero.

Juli Fernández en Girona

La lista de Tarragona estará encabezada por Xavier Sabaté y Núria Segú, ambos de la máxima confianza de la dirección del partido. En Lleida el candidato será el alcalde, Àngel Ros, que irá acompañado de Òscar Ordeig, concejal de La Seu d’Urgell.

Buena parte de las tensiones vividas ayer para cerrar las listas fueron producto del arrinconamiento que ha experimentado el sector más catalanista, que en las últimas horas se ha centrado en la figura de la exconsejera de Salud Marina Geli. Esta quería encabezar la lista de Girona y, de hecho, fue propuesta por la mayor parte de las agrupaciones de la provincia. Sin embargo, la dirección prefería al alcalde de Palafrugell, primer secretario del PSC en Girona, quien finalmente ocupará el primer puesto de la lista.

Las reuniones para resolver el problema de Girona se sucedieron durante todo el día de ayer, y a primera hora de la noche seguía en el aire cuál sería el papel de Marina Geli por las discrepancias existentes entre las agrupaciones de Girona y la dirección. Juli Fernández la propuso como número dos de la lista, un puesto que en las actuales circunstancias del partido no es de elección asegurada. Con todo, Geli acabó por aceptar este puesto tras consultar con las agrupaciones del partido que le dieron su apoyo. La negociación por la inclusión de Geli fue tan dura que incluso se llegó a plantear que, como señal de protesta de los catalanistas, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, rechazara encabezar la lista de su circunscripción.

ICV y ERC se lanzan

El sector catalanista del partido se considera muy maltratado por la forma en que se han elaborado las listas y cree que se ha castigado a los firmantes del manifiesto soberanista que reclamaba el “Estado propio”. Uno de sus dirigentes echaba cuentas anoche: “De nueve representantes en la lista de 2010 pasaremos a solo dos o tres; se ha roto el equilibrio del partido, la elaboración de las listas ha sido una carnicería”, concluía. Con la marcha de exconsejeros como Ernest Maragall, Joaquim Nadal y Montserrat Tura, el sector catalanista ya había perdido mucho peso, algo que se confirmó anoche con el desplazamiento de Marina Geli. Tampoco repiten diputados como Daniel Font y Judith Carreras. El sector más catalanista también teme que el fichaje de Maurici Lucena obedezca a presiones del PSOE más que a una decisión del propio Navarro.

La dirección mantiene que la lista sigue siendo plural. En este sentido, se señala la inclusión de Joan Ignasi Elena en la lista de Barcelona, que en su día se alineó con el sector catalanista para medirse con Pere Navarro en el congreso del PSC, pero que después se ha ido acercando al núcleo de dirección. Además, se destaca la incorporación como cabeza de lista por Lleida de Àngel Ros, uno de los miembros más destacados del sector catalanista.

El sector catalanista del Partit dels Socialistes se siente arrinconado: “Las listas han sido una carnicería”

Una tras otra, las encuestas que se publican dibujan un Partit dels Socialistes anémico, con fugas de electores en todas direcciones y sin un proyecto capaz de generar ilusión entre los votantes de la izquierda. El sondeo del Centro de Estudios de Opinión publicado esta semana llega a augurar un cuarto puesto a los socialistas en la carrera electoral del 25-N, pero lo que más preocupa en estos momentos a la dirección es la enorme bolsa de antiguos votantes socialistas que dudan si volver a votar al PSC en noviembre.

Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana verbalizaron ayer sin tapujos que esperan crecer, básicamente, a costa del PSC. El cabeza de cartel ecosocialista, Joan Herrera, llamó ayer a quienes ya no confían en el discurso de izquierdas del PSC y al sector más catalanista del partido de Pere Navarro, descontento con la ambigüedad de los socialistas a la hora de defender el derecho a decidir.

Herrera pedirá el voto a todo el electorado progresista para defender el derecho a decidir, “pero también el derecho al trabajo y los derechos sociales”. En esa línea, realizó un llamamiento a quienes han votado en otras ocasiones al PSC pero no les ha convencido su actuación “porque no ha ayudado a plantar la cara que se necesitaba”.

Herrera, ante el consejo nacional de su partido, que le reeligió como candidato a la Generalitat con el 98,5% de los votos, destacó en su discurso las críticas a la “austeridad suicida” del Gobierno de Convergència i Unió, al que acusó de “deprimir” la economía sin lograr ningún éxito en la lucha contra la crisis. “El tripartito aumentaba la deuda cada mes en 310 millones, que no es poco, pero Artur Mas la ha incrementado en 510 millones”, recordó.

Esquerra Republicana vio la apuesta de Iniciativa y la dobló: no solo aspira a robarle votos al PSC, sino incluso a lograr ser segunda fuerza en el Parlament, un objetivo muy complicado (ahora tiene 10 diputados, frente a los 28 del PSC) que supondría superar a Iniciativa, el PP y el PSC. “Aspiramos con toda la modestia y entusiasmo a ser la segunda fuerza. Si es así, seremos decisivos. Debemos enviar un mensaje muy claro al mundo: no es lo mismo que la segunda fuerza sea el PSC, el PP o ERC”, proclamó el líder del partido, Oriol Junqueras, tras ser ratificado por práctica unanimidad por el consejo nacional como candidato a la Generalitat. Junqueras señaló a los militantes dónde están los votos que necesita Esquerra: en el área metropolitana de Barcelona, el tradicional feudo socialista. Por ello enfatizó un tímido discurso social, citando los problemas del paro y los colectivos afectados por la crisis, y proponiendo una redistribución de impuestos. Pero ERC no lo tendrá tan fácil. Ayer mismo recibió una mala noticia: la Candidatura de Unidad Popular, que propugna desde los Ayuntamientos un independentismo muy izquierdista, decidió que se presentará por primera vez a unas elecciones autonómicas. La tan buscada unión de las opciones independentistas se aleja, pues, un poco más.

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