El exalcalde de Ourense intenta evitar su expulsión del PSOE

La vida municipal ourensana arrasada por la Operación Pokémon —costó la dimisión del ya exalcalde, el socialista Francisco Rodríguez, y del edil del BNG Fernando Varela, ambos imputados por la juez de Lugo Pilar de Lara y en estos momentos libres bajo fianza— regresará a una nueva normalidad la próxima semana. Antes del jueves será proclamado alcalde el inspector de Hacienda, concejal de esta misma área y de la de Seguridad, Agustín Fernández. Le bastará con los votos disciplinados de los cinco ediles pachistas—partidarios de Pachi Vázquez— de su grupo —distantes, pero que acatan como “la menos mala” la elección que ha hecho el secretario general del PSdeG y candidato de la presidencia a la Xunta, Pachi Vázquez— los cinco, sin contarlo a él, fieles al exregidor y los tres del BNG. Respaldo suficiente para un gobierno minoritario de transición. El PP tiene 11 ediles y Democracia Ourensana, que ya anunció que no pactará con nadie, dos.

Ayer, mientras el futuro regidor Agustín Fernández daba cuenta, en una entrevista a la Cadena SER en Ourense, de la continuidad del “proyecto de ciudad” del extinto bipartito, su exjefe de filas en el Ayuntamiento prestaba declaración ante un juzgado. Francisco Rodríguez declaró como testigo en el denominado “caso de los paneles”, un intento de “adjudicación amañada”, según la denuncia del fiscal jefe de Ourense, de unos paneles publicitarios que nunca se llegaron a instalar pero, que de haberlo hecho, habrían reportado beneficios millonarios para la empresa Afiador, SL, creada ex profeso para la ocasión y con la que dos exsocios nacionalistas de Rodríguez, entonces en el BNG y ahora afiliados a la nueva formación Compromiso por Galicia (CxG), firmaron un convenio.

El exregidor aún no se incorporó a su plaza de profesor de la asignatura de tecnología en el mismo instituto que su exteniente de alcalde, Isabel Pérez (del BNG). Mientras ella daba ayer sus clases de latín, Rodríguez remarcaba ante los periodistas, en los pasillos del juzgado, su condición de socialista. “Uno no se acuesta socialista por la noche y se levanta de derechas por la mañana”, sentenció el exalcalde, que tiene abierto un expediente de expulsión del PSOE por resistirse nueve días a presentar la dimisión que le exigían la cúpula de su partido y los socios del BNG para no abandonar la coalición de gobierno. Cuando lo hizo, lanzó duras acusaciones contra algunos de sus compañeros de filas y contra los periodistas. Ahora, sus fieles en la corporación local presionan también para evitar su expulsión.

Dos semanas después de su detención, Rodríguez continúa hablando de su proyecto de ciudad, alabando las cualidades de su sucesor y pasando por encima —“no pudo ser”, dijo— por las razones por las que la número dos de su lista y actual alcaldesa en funciones, Marga Martín, no le sucede en el cargo. No la querían los concejales fieles al secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez. Estos intentan colocar a la joven Susana Bayo —licenciada en Física y con ideales ecologistas— como teniente de alcalde. Una apuesta a medio plazo para foguearla antes de presentarla como cabeza de cartel por el PSdeG-PSOE en las próximas municipales, frenando un posible regreso del propio Rodríguez.

Pero si de las urnas sale el 21 de octubre una coalición gubernamental en la Xunta de la que formen parte PSdeG y BNG, los nacionalistas no descartan reeditar el bipartito ourensano. Bayo compartiría entonces tenencia de alcaldía con la ya veterana Isabel Pérez.