Las alarmas del depósito de droga de Cádiz estaban desactivadas
La Fiscalía investigará la autoría del robo y los fallos por la falta de seguridad
No era el lugar indicado para guardar droga. Quien lo dice es el jefe superior de la Policía en Andalucía Occidental, Miguel Rodríguez Durán. “Era el mismo lugar donde se guardaban coches oficiales y eso no tiene mucho sentido. Las medidas de seguridad podían ser aparentemente buenas pero no eran suficientes. Las condiciones de custodia no eran las adecuadas”. Este reconocimiento de las carencias del depósito de estupefacientes de Cádiz, donde el pasado fin de semana sustrajeron 290 kilos droga, se suma a los flagrantes fallos denunciados por el Sindicato Unificado de Policía, que ha alertado de que, a la ausencia de personal de seguridad, se le sumó el hecho de que las alarmas con sensores llevaban sin funcionar varios días, sin que nadie hubiese actuado para arreglarlas. La Fiscalía cree necesario aclarar quiénes fueron los autores del robo y también quiénes son los responsables de los posibles fallos de vigilancia que facilitaron la actuación de los ladrones.
La fiscal antidroga de Cádiz, Ana Villagómez, ha mostrado su preocupación por este robo. “Supone la vuelta de las sustancias al mercado negro”, advirtió. También reconoció que su inquietud se mantiene desde hace años, desde que empezaron a producirse estos robos en almacenes de Andalucía. “Cádiz es el lugar donde más se decomisa y, por tanto, donde más se almacena”. De ahí que haya anunciado especial celo para determinar la autoría física de la sustracción pero también aclarar las causas por las que se ha podido llevar a cabo. “No olvidemos que es un depósito policial, que se presupone tiene que tener las medidas de seguridad”.
Pero esas medidas no eran suficientes. Lo admite el jefe superior de la Policía en Andalucía occidental y lo denuncian los sindicatos policiales. Hay varios claros ejemplos. Los ladrones consiguieron entrar en los depósitos sin llamar la atención. De hecho, el robo tardó en detectarse al menos 24 horas. Eso prueba que ni las alarmas saltaron ni las cámaras de seguridad sirvieron. En un principio, se creyó que los ladrones habían inutilizado los sensores, aunque el secretario provincial del Sindicato Unificado de Policía, Francisco Camacho, reveló que, en realidad, esas alarmas con sensores volumétricos, que saltan al detectar la presencia de cuerpos en movimiento, llevaban sin funcionar varios días. “Hubo una dejadez administrativa clara”, denunció.
Las cámaras no han registrado las imágenes de los ladrones. Según algunas fuentes, porque los asaltantes las desviaron para evitar ser grabados. Que el lugar, con un patio interior, fácilmente accesible desde la calle y con un frecuente paso de personas, al ser el lugar donde se guardaban los coches oficiales, no era el adecuado para guardar grandes cantidades de droga es algo que admiten los mandos superiores de la Policía. Y, a pesar de que en diciembre de 2011, se acordó poner vigilantes, solo funcionaron unas semanas.
PSOE e IU han exigido explicaciones al subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, quien evitó ayer dar respuestas. El parlamentario de IU Ignacio García fue más lejos al reclamar que se investigue hasta el final para “descartar por completo que no ha habido connivencia de alguien de la policía con los ladrones”. Según el jefe superior de la Policía, los asaltantes "conocían bien las instalaciones".
La fiscal antidroga explicó que el robo solo podría tener consecuencias en procesos judiciales abiertos si se hubiesen llevado toda la mercancía de un mismo alijo y esa droga no hubiese sido analizada con anterioridad. “En ese caso, al carecer de la prueba, los delincuentes podrían ser perfectamente absueltos”, dijo.
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