Trias se niega a hacer una consulta sobre la marina de lujo del Port Vell

“Las consultas ciudadanas tienen sentido cuando no sabes qué hacer. Cuando lo tienes decidido como con la marina de lujo del Port Vell, no”. Así de tajante se mostró ayer el alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), respecto a la posibilidad de un referéndum sobre la transformación del puerto en la Barceloneta. “Hay gente que lo querría para estrujarnos, pero no”, dijo Trias durante el Fórum Europa. El alcalde respondía así a Unitat per Barcelona (UpB) e Iniciativa, que el miércoles plantearon la idea. UpB se encuentra negociando su voto favorable a la hoja de ruta del mandato y una de sus peticiones es una consulta sobre un tema “ciudadano”.

Trias, que siempre ha estado muy convencido de las bondades del proyecto, enfrió la posibilidad de que la consulta fuera sobre la marina de lujo, una iniciativa promovida por Salamanca Investments que llevará grandes yates al puerto y ofrecerá servicios de cinco estrellas a las tripulaciones.

Las consultas, según explicó ayer Trias, deben ser para asuntos de barrio, como “el futuro de una calle”. El programa electoral por el que fue elegido, sin embargo, habla de utilizarlas “en las grandes decisiones que afecten a la ciudad y a los barrios”. Esta inconsistencia la puso ayer de manifiesto el PP en la Comisión de Hábitat Urbano. ¿“Por qué no se puede hacer una consulta sobre este tema?”, preguntó el edil Eduardo Bolaños, abriendo así un nuevo frente de presión sobre CiU.

El PP anunció que su partido presentará alegaciones al proyecto, orientadas especialmente a la barrera visual que implica la construcción de un spa y el atraque de barcos de gran eslora. Hasta ahora este partido había sido poco crítico con el proyecto y se ofrecía como el socio posible para aprobarlo.

En la reunión se votó una proposición de ICV que buscaba descartar la reforma de la marina —cuyo plan especial se encuentra en periodo de alegaciones— e “impulsar un proceso participativo para definir un nuevo modelo de Port Vell”. El PP votó en contra, con CiU, pero aclaró que “no significa que dé el sí al proyecto”.

UpB, que se abstuvo, defendió el “orden formal” del trámite del plan y dijo que no se puede tumbar “ sin que se valoren las alegaciones”. El PSC, por su parte, criticó la opacidad del inversor. “No puede ser que en la página web se muestre una versión del proyecto en inglés y otra diferente en castellano”, argumentó la edil Assumpta Escarp. Iniciativa retó al alcalde a “contrastar con la ciudadanía”.