Fabra pide comprensión con Rajoy como vía para superar la crisis
El presidente se enroca en reducir a 79 el número de diputados
Todas las incógnitas sobre el papel que la Generalitat Valenciana va a jugar en el debate autonómico que se está desencadenado en España quedaron en el aire. También quedó sin respuesta cómo planteará el Gobierno valenciano la reclamación de una mejor financiación autonómica, de la que hizo bandera en tiempos del socialista Rodríguez Zapatero. El presidente del Consell, Alberto Fabra, sin nada que ofrecer en este terreno, se limitó este martes, en su primer debate de política general, a anunciar que llevará una “reflexión” a la conferencia de presidentes del próximo 2 de octubre y a pedir “comprensión y apoyo en estos momentos tan difíciles” al Gobierno que preside su líder, Mariano Rajoy. “La misma comprensión y apoyo que pido para el Gobierno de España la solicito para nuestra tierra”, añadió.
Sin más argumentos que justifiquen su gestión que las medidas de ahorro y los ajustes para hacer frente a la crisis, Fabra hizo del recorte en el número de diputados de las Cortes Valencianas de los actuales 99 a 79 y de la reducción de los miembros de las instituciones consultivas de la Generalitat en un 50% su propuesta estrella.
Las principales propuestas de Fabra
Las Cortes: Reducir en la próxima legislatura los 99 diputados a 79, recortar a la mitad los miembros de las instituciones consultivas y recortar su gasto un 20%. Proponer un pacto para defender las señas de identidad, los sectores productivos y un modelo de financiación que prime a las personas.
Empleo: Invertir, con ayuda de las diputaciones provinciales y ayuntamientos, un total de 99 millones de euros en tres años para incentivar la contratación de 15.000 desempleados. Reconvertir el Instituto Valenciano de Finanzas en un Banco de Emprendedores, para que pueda avalar créditos a los universitarios sin recursos, impulsar iniciativas empresariales o ayudar a consolidar sociedades
Infraestructuras: Promesa de que el AVE llegará a Castellón en 2015 y el tercer raíl del corredor ferroviario mediterráneo estará terminado hasta la frontera en 2016 conectando todos los puertos.
Educación: Elaboración de un nuevo mapa de titulaciones y unificar en una sola marca las cinco universidades públicas valencianas. Implantar el inglés en todos los grados universitarios.
Fiscalidad: Aumento de las deducciones a las familias numerosas e introducción de una nueva deducción para adquisición de material escolar en familias de renta baja.
“Menos demagogia y más trabajar”, le respondió el secretario general del PSPV-PSOE. Ximo Puig, en declaraciones en los pasillos de las Cortes Valencianas. Una intervención que el portavoz popular en funciones, Rafael Maluenda, denunció a la Mesa del Parlamento porque Puig es diputado en el Congreso pero no forma parte de la Cámara autonómica y solo podía estar allí como invitado. El portavoz socialista Antonio Torres, que dio la réplica a Fabra en el hemiciclo, incidió en el argumento al señalar que reducir diputados exige reformar el Estatuto de Autonomía y su ahorro se limitaría a un millón de euros cuando se podrían ahorrar ahora mismo nueve millones recortando altos cargos.
Fue Enric Morera, de Compromís, el que evidenció los límites de la postura de Fabra cuando le retó a reformar el Estatuto a fondo y adoptar opciones en una España autonómica que se enfrenta a grandes retos. Fabra se enrocó en recortar el número de diputados como único horizonte.
Fabra, que no hizo alusión alguna a la reforma del Estatuto valenciano que está pendiente de aprobación en el Congreso de los Diputados, —una reforma que pretende blindar las inversiones estatales en infraestructuras en la comunidad autónoma—, reiteró una vez y otra que el asunto del déficit de financiación, del que acusó al socialista Rodríguez Zapatero, se abordará en su momento en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. “Continuaré reclamando que los ciudadanos de nuestra tierra reciban la financiación autonómica y las subvenciones del Estado que les corresponden”, proclamó en su compromiso más explícito.
Poco más profundas fueron las consideraciones sobre el rescate de la Generalitat, que el presidente se cuidó mucho de no denominar así. Fabra se limitó a recordar que el Consell ha pedido 4.300 millones al Fondo de Liquidez Autonómica para ponerse al día en sus deudas y sólo entró al trapo cuando replicó a la portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, que acusó al PP de practicar recortes con la filosofía del “¡que se jodan!”, tan expresivamente resumida por la diputada castellonense Andrea Fabra.
Fabra escoge Andalucía para comparar la situación de la sociedad valenciana frente a la oposición
El presidente esgrimió ante Sanz que Andalucía, donde Izquierda Unida forma parte de un Gobierno de coalición con los socialistas, ha pedido más de 4.900 millones. La de Andalucía fue la referencia escogida por Fabra para hacer comparaciones, hasta el extremo de que en los gráficos que llevaba preparados para responder a Torres contrastó las cifras de paro valencianas con las andaluzas.
El socialista Torres le recriminó que no acudiera a la Diputación Permanente de las Cortes ni para explicar el rescate ni para dar cuenta de los graves incendios de Cortes de Pallás y de Andilla que quemaron más de 50.000 hectáreas a finales de junio. “No voy a acusarle de pirómano”, dijo el portavoz en referencia a lo que afirmaron los populares en 1994, cuando gobernaba el socialista Joan Lerma. “Sí de negligente”. Fabra alegó que en 1994 ardieron 140.000 hectáreas y que entonces se destinaba a la prevención y extinción un tercio de lo que se destina ahora.
“Continuaré reclamando la financiación autonómica”
“Gobernar con sentido común” y gestionar la Generalitat “como lo haría una familia o una empresa” fueron los tópicos del discurso del presidente del Consell, que repitió varias veces que “vamos por buen camino” e insistió en defender la imagen de la Comunidad Valenciana. Algo que usó como arma arrojadiza contra la oposición, a la que acusó de que “les gusta ponerse la chapa de 'yo soy anti-Comunidad”. Una clave que rubricó al final de su réplica al portavoz socialista introduciendo de manera forzada una alusión a que el PSC votó a favor en el Ayuntamiento Barcelona un texto sobre la lengua común a catalanes, baleares y valencianos para esgrimir la defensa de “las señas de identidad” valencianas.
“Tenemos que hablar del Estado de las autonomías y no de las autonomías del Estado”, señaló en varios momentos el presidente del Consell. Y esos fue lo más lejos que se adentró en el debate abierto por las tendencias recentralizadoras, por un lado, y la apuesta soberanista de Cataluña por otro, con las voces a favor del federalismo en medio. “La solidaridad ha de ser recíproca y el Estado también ha de cumplir los compromisos con la Comunidad Valenciana”, apuntó en otro momento.
Blasco todavía se sentó como portavoz detrás del presidente
Con el todavía portavoz del PP, Rafael Blasco, sentado detrás en su escaño, pese a que está a punto de ser imputado por el fraude en las ayudas de cooperación, Fabra tuvo que escuchar una recriminación de Torres en ese sentido y soportó el chaparrón que le lanzó Enric Morera, de la Coalició Compromís, al desgranar, ilustrándolos con fotografías, los escándalos de corrupción que han llevado a la Generalitat a acumular lo que calificó como “una deuda impropia”.
Fabra, cuyo único argumento de fondo es la austeridad, acusó a Morera de ganar más que él. Ya lo había hecho con el socialista Torres, a quien espetó: “Leí con sorpresa, y especialmente mi mujer, que usted cobraba más que yo”.
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