“La comicidad es despiadada”

“El clown es el más lógico, analítico y disciplinado de cuantos actores suben al escenario", expresa la experta payasa suiza Gardi Hutter, que ayer impartió la clase magistral con la que se inauguró la 23 edición de la Mostra Internacional de Mim (MIM) de Sueca ante más de 200 personas. Partiendo sobre el enunciado de Ser simple es complicado, hizo una breve exposición de la importancia “de quitar añadiduras e ir a lo sencillo” antes de hacer subir al escenario a más de una decena de espectadores y llevar a la práctica sus lecciones.

“Se trata de llegar a la máxima claridad sobre la escena, a lo más simple” porque el gesto, el mensaje que se pretende transmitir “es más complejo cuando más adiciones se le incorporan”, explica. A sus 59 años de edad mantiene una agilidad envidiable y se confiesa fascinada por la cantidad de teorías que existen sobre el clown por el hecho de que cada uno es un mundo “muy personal”.

“La paradoja es llegar a lo más simple sin ser  simple”

“Resulta difícil explicar el mecanismo de hacer reír a la gente, no existe un método porque cada payaso tiene su propia identidad”, dijo antes de reconocer que “cuando estás en el camerino nunca sabes cómo va a reaccionar el público”.

Hutter entiende que “la comicidad es cruel y despiadada; cuanto más trágica es la situación más cómica es”. Y puso a Charles Chaplin como ejemplo más conocido “por su popularidad”. “Y no por compararme con él”, alertó. “El personaje de Chaplin es un desplazado, su situación en la sociedad es catastrófica”, explicó la payasa.

19 compañías participan en el festival hasta el domingo

La actriz, que acumula más de 3.000 actuaciones en 24 países, expresa que “la paradoja es que hay que llegar a lo más simple sin convertirse en simple”.

Defensora del teatro italiano de la Comedia del Arte, el ambulante y de los mercados medievales frente al teatro burgués y las pretensiones de estandarizarlo, recuerda que “por su carácter eminentemente popular existe poca documentación para estudiarlo”.

En la sesión de la noche estaba previsto el estreno en la Comunidad Valenciana de Jeanne d’ArPó, el primero de los espectáculos que creó en solitario en 1981 y del cual ha realizado unas 1.100 representaciones. En una escenografía básica, “pobre” la define ella, sin luces ni efectos especiales, la actriz representa durante 70 minutos las fantasías, quijotescas en algunos momentos, de una lavandera que sueña ser una heroína como Juana de Arco.

Las 19 compañías que estarán en Sueca (10 son valencianas, cinco del resto del Estado y cuatro extranjeras) ofrecerán 51 representaciones en la presente edición del festival que finaliza el próximo domingo.