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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Y por qué no un Eurosex?

"Si madrileños y catalanes van a modificar la ley antitabaco e incluso la legislación fiscal y laboral en aras de los puestos de trabajo ¿por qué ser fariseos con este tema?"

El Gobierno de Esperanza Aguirre está impulsando Eurovegas en Madrid y el de Artur Mas un contravegas, Barcelona World, que intentará atraer a un público más familiar. Esperanza hace como que sigue el modelo de Florentino de los grandes fichajes, ¿quién es el rey de los casinos? ¿Adelson?, pues a por él, cuando en realidad es él quien le ficha a ella. Mientras que Artur hace de necesidad virtud y finge inspirarse en el Barça y su escuela de la Masía. Por eso combinará el golf o el parque de atracciones con los casinos, para así, poco a poco, ir formando a los futuros ludópatas. Lo cierto es que, como siempre, Madrid y Barcelona se adelantan a Valencia, con el agravante de que los catalanes nos han robado para su proyecto a ese gran crack de las burbujas inmobiliarias que es el saguntino Enrique Bañuelos. Pero, lejos de quedarnos en la política lacrimógena, se impone dar una respuesta en toda regla. Si Alberto Fabra fuera un poco más atrevido, podría plantear la batalla con algún proyecto audaz que nos situara en el mapa de este tipo de negocios.

Pensemos. ¿En qué tiene experiencia nuestra tierra? En turismo, sin duda. ¿Dónde hay un nicho de mercado en Europa por explotar? Evidentemente, en el turismo sexual, donde, por ahora, todo el pastel se lo lleva el sureste asiático. Probablemente, una iniciativa de este tipo suscitará las críticas de los puritanos. Pero si madrileños y catalanes van a modificar la ley antitabaco e incluso la legislación fiscal y laboral en aras de los puestos de trabajo ¿por qué ser fariseos con este tema? Valencia cuenta además con una larga tradición al respecto, pues esta ciudad, “secularment puta” como cantaba Raimon, tuvo ya en el siglo XV uno de los mayores prostíbulos de Europa, el Partit, aquella gran mancebía que, por su higiene y organización, tanta fama le dio.

Para el emplazamiento habría que buscar alguna bolsa de suelo próxima al aeropuerto de Castellón, que se especializaría en vuelos para este segmento de público y que de esta forma rentabilizaría la inversión. El proyecto debería contar con dos grandes parques temáticos, que podrían llamarse respectivamente EuroRentboy y EuroSupervixen, que a su vez tendría áreas especializadas: japonesas, estudiantes, mulatas, maduritas, superdotadas, colegialas, rusas, severas gobernantas… y toda esa amplia taxonomía que aparece en las páginas de contactos. Pero, atención, el Impiva tendría que preparar a la industria valenciana para que, además de los puestos de trabajo directos e indirectos, nuestra comunidad rentabilizara la industria auxiliar: fábricas de gomas, lencería fina, fustas, cremas, vigorizantes, etcétera. Incluso no sería descabellado potenciar la alicaída Ciudad de la Luz, especializándola en el rodaje de cine porno. Y con la cantidad de políticos que gobiernan sus feudos como una casa de putas, no faltará un rei Arlot, un Pantaleón Pantoja, dispuesto a capitanear el proyecto. https://twitter.com/ManuelPeris

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