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Desollado en vida en Vilalba

Un filme recoge el asesinato de un hombre para curar un cáncer de piel

Momento del rodaje de 'A Legua Dereita'
Momento del rodaje de 'A Legua Dereita'

“Pensar lo que le pasó a aquel hombre me crea ansiedad”. Y no es para menos. Habla el productor de Coolfilms, Jordi Santos, a punto de estrenar una película que recrea un “espeluznante” crimen que ocurría en Vilalba, en la parroquia de Ladra, lugar de Nete, hace más de cien años.

En este caso el argumento del mediometraje, “de cuarenta minutos”, acota el director Luis Noriega, versa sobre la aparición de varios cadáveres despellejados en la zona de Vilalba. A partir de ahí se inicia una investigación y así arranca la película, A Legua Dereita.

La historia con base “real” se documenta también en la Galicia Encantada de Antonio Reigosa, y según explica la productora “ocurrió en Legua Dereita, Nete, donde un hombre fue despellejado vivo para intentar curar un cáncer de piel que sufría una mujer en Humanes (Madrid), después de ser desahuciada por los médicos y siguiendo la recomendación de un curandero, quien indicó que el único remedio era poner sobre la parte enferma el pellejo de la cara de un hombre desbarbado, siempre y cuando la piel fuese arrancada en vivo”. El esposo de la enferma contactó con la cuadrilla de segadores que cada año trabajaba en su hacienda, naturales de un pueblo inmediato a Nete, y un tal Bautista, el mayoral, sospechoso de otro crimen y enemigo de la víctima, abordó a Ángel Cabarcos, que así se llamaba el barbilampiño. La vivienda del labrador asesinado aún se conserva; era un hombre muy fuerte y opuso resistencia mientras lo despellejaban. Para silenciar sus gritos le dispararon dos tiros de gracia. El crimen en si, que forma parte de la densa crónica negra de Lugo, ocurrió el 22 mayo de 1911 y se hizo eco la prensa local.

El asesino fue detenido varios días después y condenado a 28 años de prisión. Cuentan que, una vez salido del penal, Bautista fue víctima de una “paliza descomunal”. “Respetamos el argumento real, pero está rodeado de mucha ficción”, subraya Noriega, un joven director que compagina su trabajo en una empresa de importación y exportación con este que denomina “hobby”. En la pantalla se verán “varios asesinatos en serie” que tienen como objetivo curar la piel de la enferma.

Bautista enrolló la piel y la facturó a Madrid metida dentro de un jamón para conservarla

En Vilalba aún se recuerda el macabro crimen, que inspiró incluso cantares de ciego. “Yo hace años pasaba por allí con mi abuelo y siempre me decía que apareció un hombre sin piel en donde hay un crucero azul, en Legua Dereita”, cuenta Jordi Santos. “A Luis Noriega también le llega esa historia, se la cuentan, y entonces empezamos a indagar. A Luis se le hizo la boca agua y decidimos hacer una película”. En este thriller, “más que el terror está presente la angustia”.

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Coolfilms es una “asociación sin ánimo de lucro de creación audiovisual”. “Comenzó siendo una historia entre tres amigos que lo que queríamos hacer es cine de Lugo, con gente de Lugo e historias de Lugo”, subraya Santos. Para conseguir actores, piden ayuda al grupo de teatro Achádego, de la ciudad. Pese a su juventud y la ausencia de financiación, ya llevan siete cortometrajes, dos mediometrajes, un video promocional y dos musicales. Uno de sus últimos cortos, Julieta llegó a Cannes aunque se quedó en “el corte anterior a los finalistas”, presume Santos. “Coolfilms lo hace todo a coste cero, o poniendo dinero de nuestro bolsillo. Eso no quiere decir que lo que se vea sea malo, lo que pasa es que estamos acostumbrados a que parezca que el dinero todo lo hace y muchas veces no es así. Las cosas importantes de la vida no se pueden comprar”, reflexiona.

El estreno tendrá lugar en Vilalba tras el San Froilán. “Presentaremos A Legua Dereita a algún festival”, aventura el director. “La historia está teniendo una repercusión gigantesca. El morbo vende mucho y esta película probablemente llegue más lejos que Julieta”.

Una vez arrancada la piel de Cabarcos, Bautista la enrolló “como una tela” y la introdujo en un jamón: en aquel escondite carnoso conservaría su frescura varios días y podría obrar su efecto regenerador. Realizada la siniestra manipulación, facturó el jamón con destino a Humanes. Demasiado tarde: cuando la mercancía llegó a su destino, la mujer ya había fallecido.

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