Las víctimas del metro acusan al Consell de tapar la falta de seguridad
Esgrimen la opinión del ingeniero que inspeccionó el lugar del accidente
“El 3 de julio de 2003, 43 personas murieron y otras 47 resultaron heridas porque Ferrocarrils de la Generalitat no programó la baliza para frenar el tren, y Marisa Gracia es la responsable. Nosotros estamos aquí para que no se olvide”. La Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio se expresa así en un manifiesto de cara a la concentración que ha convocado mañana, como cada tercer día de cada mes, para reclamar respuestas por el descarrilamiento ocurrido en 2006 a la entrada de la estación de Jesús, en Valencia.
Los familiares de los fallecidos y heridos en aquel accidente esgrimen las revelaciones que el ingeniero experto en trenes Juan Broseta realizó a EL PAÍS a finales del pasado mes de julio. Broseta explicó que el entonces consejero José Ramón García Antón le llamó para que inspeccionase el lugar del accidente la misma noche del 3 de julio y que pudo comprobar que no habían funcionado los elementos de seguridad para detener el convoy cuando circulaba a excesiva velocidad. El consejero le pidió que no hiciera públicas sus impresiones.
“La opinión del primer experto que inspeccionó el lugar del accidente no coincidía con la versión del exceso de velocidad, sino que dejaba en evidencia la falta de medidas de seguridad en la línea 1”, dice el manifiesto de las víctimas. “Opinión que no interesó sacar a la luz al conseller García Antón, ni a la juez Nieves Molina, ni a la fiscal Asunción Calvo, ni a la directora gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, Marisa Gracia, ni al entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps”.
Según la asociación que agrupa a los familares de las víctimas del descarrilamiento, uno de los más graves ocurrios en un metro en la historia, los actuales cargos de la Generalitat “siguen tapando” la realidad. “Ni a la actual consejera, Isabel Bonig, ni al nuevo presidente de la Generalitat, Alberto Fabra”, prosigue el manifiesto, “les interesa que se sepa que el accidente del 3 de julio del 2006 ocurrió porque la línea 1 no tenía las mismas medidas de seguridad que las líneas 3 y 5”.
La asociación anuncia que mantendrá sus concentraciones mensuales “hasta que se asuman las responsabilidades del accidente”.
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