Una historia de superación

Ocurrió en 2003. Ya casi no se acuerda, pero fue en 2003. Desde muy joven era artillero en una cantera en su pueblo, Cadalso de los Vidrios, donde sigue viviendo casi una década después. César Neira, con 23 años, sufrió una caída desde una altura de siete metros. El resultado: muy grave. Se rompió las costillas, un brazo, una pierna y la cadera. El bazo también se vio afectado, al igual que los pulmones y el corazón. Pero lo peor de todo fue que el parietal se perforó provocando una leve parálisis cerebral. “Parecía el final del mundo, pero ahora mismo no me veo limitado. Me he acostumbrado a vivir así”, explica este joven ciclista, que al igual que el resto de deportistas paralímpicos esconde tras de sí una auténtica historia de superación: “A los 24 años, tras acabar la rehabilitación del accidente, volví a competir. Lo había dejado unos años antes, cuando empecé a trabajar. Pero el deporte me ha permitido rehabilitarme, tanto físicamente como psicológicamente”, reconoce este hombre de 32 años.

Con 24 años tuvo que empezar de cero. Y un día del verano de 2004, mientras veía en la televisión los Juegos Paralímpicos de Atenas, se decidió: “¿Por qué no voy yo a competir como ellos?”, se preguntó. Tan solo un año después, en 2005, logró ser subcampeón de Europa. La contestación era obvia, había superado el reto. Cuatro años después, en Pekín, César Neira logró un oro y un bronce en ciclismo. También ha ganado seis Campeonatos del Mundo. Un palmarés envidiable: “Mi lesión no me limita para practicar el ciclismo. Y por eso ahora mismo, con un entrenamiento muy exigente, estoy más en forma que antes del accidente”, explica.

En los Juegos de Londres —que empiezan el próximo miércoles 29— participará en cuatro pruebas ciclistas: la persecución individual en pista, la velocidad por equipos, una contrarreloj individual, que es en ruta; y el fondo en carretera. Esta última es el gran desafío de Neira, que resalta el hecho de que el recorrido atraviese la capital británica: “La prueba en ruta es la más bonita. Es el premio gordo. Espero estar fino y lograr mi objetivo, aunque si no gano nada podré decir que he disfrutado, pues de eso se trata el deporte”.

De momento, este deportista paralímpico no ha tenido mucho tiempo para disfrutar. Asegura estar “un poco nervioso” pues está en la villa olímpica en el centro de Londres, y no puede salir en bicicleta. “Es una ciudad muy grande y no tiene salidas. Es como si estuvieras en la Gran Vía y tuvieras que desplazarte hasta Navacerrada para entrenar. Por lo menos hemos podido subirnos a la pista. Pero espero que nos puedan sacar lo antes posible de la ciudad, y empezar a hacer kilómetros”.

Neira, que como preparación a los Juegos ha entrenado una media de 25 horas semanales en Madrid, junto a su preparador físico, Javier Fernández Alba, asegura que ha mejorado mucho en los últimos años, tal y como ha certificado el seleccionador nacional, Félix García Casas, que confía plenamente en Neira. “Estoy en mi mejor momento, y para estar así también me ha ayudado la familia, que viajará a Londres a apoyarme”.

Pero Neira no es el único deportista madrileño con opciones a medalla en ciclismo. Roberto Alcaide, que también obtuvo un metal en Pekín, “también tiene opciones”, reconoce Neira, que asegura que en Londres actuarán como un equipo.