Homs rebaja el ‘suflé’ de la Diada
El portavoz del Gobierno ve anecdótica la decisión de si se manifiesta o no Convergència afirma que todo el mundo mirará a Cataluña el 11 de septiembre
El Gobierno catalán prevé poner el martes punto final al culebrón del verano sobre si asistirá a la manifestación de la Diada. Artur Mas, presidente de la Generalitat, hizo un llamamiento en julio a la ciudadanía para que el 11 de septiembre salga a la calle a dar un mensaje contundente a Mariano Rajoy en favor del pacto fiscal. Pero al final ha acabado siendo prisionero de su propia estrategia, porque la marcha convocada por la Asamblea Nacional Catalana tiene por lema Catalunya, proper Estat d’Europa.Tras el goteo de consejeros compitiendo sobre su grado de catalanismo o independentismo, Francesc Homs, portavoz del Ejecutivo, dio este jueves por cerrado el debate al considerar absurdo o anecdótico que el foco se centre en si el Gobierno asistirá a una marcha de la sociedad civil.
El plan de Mas es intentar negociar el pacto fiscal con Rajoy en septiembre u octubre en cumplimiento del mandato del Parlament de Cataluña. Y sabe que no puede tensar en exceso la cuerda si quiere presentarse después en La Moncloa tras liderar una manifestación independentista. El Partido Popular (PP) tacha ese plan de cábala porque afirma que este no es precisamente el mejor momento de negociar nada cuando España está cerca del rescate. De hecho, los populares sostienen que se debe posponer a 2014, cuando está previsto actualizar el modelo de financiación. Tras ser garante del Gobierno dos años, el PP ha amenazado a Mas con retirarle el apoyo si persiste, dice, en su deriva soberanista y le ha instado a promover una Diada unitaria.
A CiU no le interesa romper la baraja, pero, paralelamente, dará alas y alentará a la ciudadanía para que la manifestación sea tan rotunda como histórica. Por si no queda claro, Homs afirmó este jueves en Prada de Conflent, donde acudió para clausurar una Universidad Catalana de Verano (UCE), que el Ejecutivo se centrará en los actos oficiales de la mañana, con lo que todo apunta a que se reeditará la ceremonia institucional en el parque de la Ciutadella. Pero expresó su deseo de que la manifestación sea tan contundente como unitaria al asegurar que tanto Madrid como Bruselas, dijo en un salto cualitativo hasta ahora no dado, estarán muy pendientes ese día de lo que suceda en Cataluña.
“La jornada tiene que ser contundente, potente y de afirmación inequívoca desde la óptica nacional”, señaló Homs, que avisó del riesgo de que la Diada se convierta en “una especie de pelea de gallos”. “Haríamos un ridículo inmenso”, agregó ante la eventualidad de que el Gobierno y los ciudadanos no envían un mensaje firme y de unidad nacional.
Tanto Convergència como Unió (CiU) acordarán la próxima semana su estrategia, pero Jordi Rull, secretario de organización convergente, afirmó, en Ràdio Barcelona, que la Diada de este año será “muy trascendente para la historia de Cataluña. Todo el mundo estará mirándonos”. Por si acaso, Esquerra Republicana (ERC) ya ha alertado que el lema de la marcha es innegociable.
Homs no quiere una pelea de gallos, pero en cinco días cinco consejeros han opinado sobre la manifestación: Lluís Recoder, titular de Territorio, afirmó que estaba a favor de la presencia de consejeros; la vicepresidenta, Joana Ortega, apuntó que iría a título personal; Felip Puig, de Interior, abrió las puertas a Mas a encabezar la marcha, y Ferran Mascarell, de Cultura, abogó por el Estado propio. Josep Lluís Cleries, de Bienestar Social, pidió a sus compañeros que dejaran de competir y que esperaran a la decisión colegiada del martes y a las palabras de Mas y Homs, que, este jueves, ya bajó el suflé de la Diada.
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